El rey de Países Bajos recibió este domingo al presidente de Israel en Amsterdam, con el fin de inaugurar un museo sobre el Holocausto. Sin embargo, en las afueras del recinto, manifestantes protestaban en contra de la presencia del mandatario y los ataques de Israel en Gaza.

El rey Guillermo Alejandro de Países Bajos inauguró este domingo el Museo Nacional del Holocausto, junto al presidente israelí, Isaac Herzog. Este último aprovechó su discurso para exigir la liberación de los rehenes en manos del grupo islamista Hamás. Eso sí, la ceremonia no estuvo exenta de protestas en pos de la situación en Palestina y en contra de la presencia de Herzog en el país.

Según consignó nuestro medio asociado, EFE, La ceremonia tuvo lugar en la Sinagoga Portuguesa de Ámsterdam, con la asistencia de numerosas autoridades nacionales e internacionales, incluida la alcaldesa de la capital, Femke Halsema; la presidenta del Consejo Federal Alemán, Manuela Schwesig; y el presidente austriaco, Alexander van der Bellen.

El Museo del Holocausto en Países Bajos

El museo, que abrirá este lunes al público, se encuentra en Plantage, el barrio que una vez acogió a judíos que esperaban su deportación de Ámsterdam. Hoy, albergará un centro que contará, ocho décadas después de la tragedia, la historia de persecución que terminó en genocidio.

Se calcula que unos 102.000 judíos neerlandeses fueron asesinados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Solo un 25 % de los judíos de Países Bajos sobrevivieron al Holocausto.

Manifestaciones pro Palestina en el exterior

Durante la ceremonia de inauguración del Museo, fue posible escuchar en varias ocasiones los gritos desde el exterior de los manifestantes que se concentraron delante de la sinagoga contra la presencia del presidente israelí en la inauguración del museo.

Organizaciones como The Rights Forum, centro neerlandés de conocimientos sobre Israel y Palestina, advirtieron que la recepción de Herzog por parte del Rey“es una bofetada para los palestinos que tienen que observar impotentes cómo Israel mata a sus seres queridos y destruye su tierra”.

En el lugar se gritaron consignas por la liberación de Palestina y el fin de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. También, tocaron instrumentos que se dejaron escuchar dentro del lugar de culto.

Más de 200 mezquitas pidieron esta semana al rey que no asistiera a la recepción, y señalaron el valor simbólico de la presencia de Herzog en Países Bajos dada la situación en Gaza. En otros puntos de Ámsterdam también hubo protestas este domingo contra la recepción de Herzog por parte del rey Guillermo Alejandro.

“Mantener viva la memoria”

En su discurso, Herzog llamó a la liberación de los rehenes retenidos en Gaza desde el pasado 7 de octubre y aseguró que el nuevo Museo Nacional del Holocausto es un lugar que recuerda “los horrores que surgen del odio, el racismo y el antisemitismo”, advirtiendo que este último “está creciendo en la actualidad en todo el mundo”.

“Oremos en este lugar de culto por el regreso de nuestros rehenes, sano y salvo, y por la paz”, subrayó el presidente israelí, en su discurso en la sinagoga de Ámsterdam, en el que también señaló que “muchas personas” observaron en silencio cómo se deportaba a los judíos en Países Bajos, aunque celebró que “también hubo quienes se levantaron” contra los nazis.

Schwesig consideró importante seguir gritando “nunca más” y definió la presencia de Herzog como “un gesto especial”. “Los alemanes fueron responsables de la deportación de personas desde aquí. Reconocemos nuestra culpa (…) Hoy, es nuestra responsabilidad mantener viva la memoria y hacer todo lo posible para asegurar que esto nunca vuelva a suceder”, señaló.