La Corte Internacional de Justicia (CIJ) rechazó este viernes una batería de objeciones presentadas por Rusia para tratar de tumbar la denuncia promovida por Ucrania por presunto genocidio, argumentando que el tribunal tiene jurisdicción para pronunciarse sobre este caso.

Ucrania inició los procedimientos a finales de febrero de 2022, como respuesta a la agresión militar rusa.

En esa oportunidad, acusó a Rusia de violar la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, en una denuncia a la que a la postre se sumaron más de una treintena de países, entre ellos España.

La CIJ, que ya en marzo de 2022 ordenó parar la guerra para prevenir posibles abusos hasta su dictamen definitivo, se ha pronunciado ahora sobre las objeciones presentadas por Moscú, que básicamente buscaba un archivo de la causa alegando la supuesta falta de competencia del tribunal con sede en La Haya.

Sin embargo, la tesis rusa apenas ha prosperado en uno de estas alegaciones, por lo que en términos generales los magistrados concluyeron que la CIJ “tiene jurisdicción” y, por tanto, el tribunal seguirá adelante con un proceso que puede aún demorarse años.

Se trata del segundo pronunciamiento de la CIJ en cuestión de días en una causa que enfrenta a Ucrania y a Rusia, ya que el miércoles dictó su sentencia final sobre una denuncia iniciada en 2017.

En ella, Kiev acusaba a Moscú de violar los tratados relativos a financiación de terrorismo y discriminación racial, derivadas del control de territorios ucranianos y del respaldo ofrecido a separatistas prorrusos.

La CIJ absolvió a la parte rusa de gran parte de las acusaciones en este primer proceso, más allá de algún reproche concreto que no tendrá consecuencias prácticas.

De hecho, pese a que las sentencias de la corte son de obligado cumplimiento para todos los países de la ONU, la aplicación de cualquier orden que proceda de La Haya depende de la voluntad de los propios aludidos.