Los miembros del Parlamento Europeo pueden estar de acuerdo en una cosa: hay que detener las muertes en el mar Mediterráneo. Pero cuando se trata de determinar cómo lograrlo, sus puntos de vista divergen considerablemente.

Los parlamentarios europeos se reunieron en la ciudad francesa de Estrasburgo esta semana y analizaron uno de los temas más espinosos de la Unión Europe (UE), la estancada reforma migratoria y los miles de inmigrantes que cruzan de manera ilegal sus fronteras.

Lamentablemente, las autoridades europeas no están de acuerdo sobre cómo gestionar la migración, como quedó demostrado en un debate en el pleno el miércoles.

Durante años, la UE ha estado intentando reformar su sistema conjunto de asilo y migración.

Finalmente, sobre la mesa hay un paquete que contiene varias propuestas legislativas que prevén, entre otras cosas, una tramitación más rápida de las solicitudes de asilo en las fronteras exteriores y una distribución más vinculante de los refugiados dentro de la UE.

Camino despejado para las negociaciones

En la actualidad, el nuevo Pacto de Migración de la UE está siendo objeto de negociaciones entre la Comisión Europea y el Parlamento Europeo.

En última instancia, los tres deben firmar el acuerdo.

Pero el progreso se había visto obstaculizado por desacuerdos entre los estados miembros hasta el miércoles, cuando España, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria de la UE, anunció un gran avance.

Esto allana el camino para que se reanuden las conversaciones con el Parlamento Europeo.

En este sentido, la legisladora alemana de centroizquierda Gabriele Bischoff afirmó que el objetivo del legislador era llevar a cabo negociaciones duras y, sobre todo, no poner en duda el derecho fundamental de asilo.

Al mismo tiempo, el político socialdemócrata (SPD) pidió encontrar soluciones comunes y no sucumbir al “veneno del populismo”.

La UE endurece sus normas migratorias con importante reforma para detener las muertes del Mediterráneo
EFE

Los partidos de extrema derecha y de derecha acusan con frecuencia a la UE de no abordar la inmigración ilegal. El debate del miércoles en el Parlamento Europeo no fue una excepción.

Marco Zanni, miembro italiano del partido populista de derecha Lega, dijo que absolutamente nada había cambiado en los diez años transcurridos desde que más de 300 personas murieron en un accidente en Lampedusa.

Philippe Lamberts, político belga y copresidente de los Verdes en el Parlamento Europeo, ve las cosas de otra manera.

La Unión Europea había decidido convertirse en una fortaleza: “Ahora se trata de impedir las salidas, reforzar las fronteras, encerrar a los que llegan y hacerlo todo en cooperación con dictadores autocráticos”.

La UE acaba de firmar un llamado acuerdo de asociación con Túnez. Podrían seguir otros, potencialmente con Marruecos o Egipto.

EFE

Solidaridad en juego ante la reforma migratoria de la UE

El miércoles en el Parlamento Europeo se planteó una y otra vez la cuestión de la solidaridad.

En el origen de las discusiones está el Reglamento de Dublín sobre la ley de asilo de la UE, que responsabiliza al Estado donde un refugiado o migrante pone un pie por primera vez suelo europeo la responsabilidad de procesar sus solicitudes.

Durante años, los Estados miembros del bloque se han quejado de la equidad de este sistema.

Se supone que el nuevo pacto migratorio introducirá una distribución obligatoria, o hará que los estados paguen si no quieren acoger refugiados. Hungría y Polonia, extremadamente escépticos ante la inmigración, rechazan esta idea.

La legisladora polaca de la UE y ex jefa de gobierno Beata Szydlo, que pertenece al partido gobernante nacional conservador PiS, dijo a la cámara que su país nunca aceptaría recibir inmigrantes ilegales.

En su opinión, la propuesta de realizar pagos en lugar de acoger refugiados es absurda.

Al final del debate, el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, destacó la importancia de la solidaridad entre los Estados de la UE.

Dijo que era política, legal y moralmente injusto dejar que los cinco estados de la UE con fronteras externas vigilaran solos las fronteras. Esta es una tarea conjunta de la UE, afirmó.

Bruselas y Estrasburgo saben que están bajo presión: existe un amplio consenso en que el paquete de reformas debe estar listo para las elecciones de la UE en junio de 2024.