El Eduskunta (Parlamento finlandés) aprobó por amplia mayoría el ingreso del país nórdico en la OTAN, una decisión histórica que pone fin a décadas de neutralidad militar con la que Finlandia busca reforzar su seguridad frente a la agresividad de la vecina Rusia.

La jornada de este pasado miércoles el Parlamento de Finlandia tomó por amplia mayoría una decisión histórica: el ingreso del país en la OTAN.

Eso significa que rompe medio siglo de neutralidad militar frente al peligro que representa Rusia.

Después de la votación, de 184 votos contra siete, el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, debe promulgar la ley y esperar que la inscripción en la OTAN sea ratificada por Turquía y Hungría, los únicos dos países miembros que aún no lo han hecho.

En Finlandia habrá elecciones legislativas el 2 de abril.

La primera ministra saliente, Sanna Marin, aceleró los trámites en el Parlamento para evitar un bloqueo, sobre todo de Turquía, como le ocurre a la vecina Suecia.

El resultado de la votación en el Parlamento fue similar al preliminar, realizado en mayo como un plebiscito, con 188 votos a favor sobre un total de 200.

Bloques minoritarios de extrema izquierda y de extrema derecha votaron en contra.

Alegaron faltas de garantías sobre la posibilidad de que se coloquen armas nucleares en su territorio.

Si bien Hungría no se ha pronunciado, su posición es menos rígida que la de Turquía.

El gobierno de Recep Tayip Erdogan puso como condición perseguir y detener en Finlandia a presuntos miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista en Turquía.