La decisión del Papa Francisco se produjo al final de una audiencia con el nuevo prefecto de la Secretaría de Economía, Maximino Caballero, en la que pidió “que se asignen y reserven mayores recursos a la Sede Apostólica”.

El Papa Francisco decretó que cardenales y obispos paguen por los apartamentos donde viven en Vaticano, al establecer que ningún dirigente de la Curia podrá tener un inmueble de la Santa Sede “a título gratuito o en condiciones particularmente favorables”.

Esto, según una nueva disposición publicada por algunos medios de comunicación italianos como el periódico ‘Il Gazzetino’.

Según la nueva regulación -el llamado ‘Rescriptum’, que todavía no ha sido confirmado oficialmente- se ordenó “la abolición de los alojamientos gratuitos y ventajosos para cardenales del Tribunal de la Rota Roma”.

A pesar de esto, en el texto no se menciona la posibilidad de que se lleven a cabo desahucios.

En cambio, se estableció que los arrendamientos de las viviendas sean reprogramados, según lo estipulado, sin perjuicio de los contratos existentes.

El Papa ha pedido de esta manera que “todos hagan un sacrificio extraordinario para destinar mayores recursos a la misión de la Santa Sede”, al resolver que los miembros de la Curia Roma empiecen a pagar de su bolsillo las viviendas que ocupan, en algunos casos, grandes palacios vaticanos.

Nuevas normas del Papa Francisco en el Vaticano

La norma se extiende a todos “los inmuebles propiedad de las Instituciones y Entidades curiales que se refieren a la Santa Sede” y su objetivo es aumentar “los ingresos procedentes de la gestión de los bienes inmuebles”.

Esto incluye también la aplicación de rentas por el uso de inmuebles que sean análogos a las que se usan en Italia para quienes no trabajan ni prestan servicio a la Santa Sede o al Estado de la Ciudad del Vaticano.

La nueva disposición “no tiene ningún efecto sobre las facilidades ya concedidas en la fecha de su entrada en vigor”

Por lo tanto, “los contratos ya estipulados antes de la entrada en vigor de la presente disposición continuarán hasta su vencimiento natural, pero podrán ser prorrogados o renovados sólo de acuerdo con las disposiciones anteriores”, agrega el texto.

Se trata de una medida económica que trata de sanar el déficit en el balance de la Santa Sede de los últimos años, que se ha visto agravado por la pandemia de coronavirus.

Según informa el diario ‘Il Gazzetino’, el Papa tomó esta decisión después de reunirse el pasado 13 de febrero de 2023 con el español Maximino Caballero Ledo, actual prefecto de la Secretaría para la Economía.

Cabellero Ledo expuso al Papa la “particular gravedad” de la situación económica de las cuentas de la Santa Sede.