El primer ministro de derecha Kiriakos Mistotakis calificó de ‘legal’ este espionaje telefónico, aunque lo considera “políticamente inaceptable”. El jefe de los servicios de inteligencia griego renunció tras estallar este escándalo que sacude la vida política.

Las escuchas telefónicas que efectuaron los servicios de inteligencia griega al actual líder socialista Nikos Andrulakis provocaron un escándalo político en Atenas.

Este lunes el primer ministro Kiriakos Mitsotakis afirmó públicamente no haber sabido que el móvil había estado pinchado tres meses, algo que él no habría autorizado. Las escuchas fueron legales y efectuadas el año pasado contra el eurodiputado.

Cesaron pocos días después que se convirtiera en el líder de los socialistas griegos y fueron descubiertas gracias a los servicios de ciberseguridad del propio parlamento europeo.

Las polémicas causaron ya la dimisión del director de los servicios de inteligencia Panagiotis Kontoleon, así como del secretario del gobierno, un sobrino carnal de Mitsotakis.

Ahora el tema se discutirá en el parlamento griego a partir del día 22, mientras que toda la oposición critica lo ocurrido y exige elecciones anticipadas lo antes posible.