Unos 33.000 habitantes de la isla española de La Palma, en el archipiélago de las Canarias, recibieron orden de confinarse en sus hogares a causa de gases tóxicos emitidos por el volcán Cumbre Vieja, en erupción hace casi tres meses, informaron las autoridades.
El gobierno regional ordenó “el confinamiento de la población en (las comunas de) Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte por la situación de la calidad del aire extremadamente desfavorable, por dióxido de azufre” asociado a otras emisiones de la actividad volcánica.
Estos tres municipios cuentan con unos 33.000 habitantes, o sea, el 38% de la población total de la isla, de acuerdo a cifras brindadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Cierren puertas, ventanas, persianas y (eviten) cualquier entrada de aire desde el exterior. Confínense, si es posible, en las habitaciones más interiores” de las casas, aconseja el gobierno regional.
“Apaguen (los aparatos de) el aire acondicionado y la calefacción”, recomienda además, y “para mayor seguridad, coloquen cinta adhesiva en juntas de puertas y ventanas”.
Cumbre Vieja en las Islas Canarias
“Si se encuentra en el exterior, tenga en cuenta que un automóvil no es un lugar seguro y confínese en el primer edificio que encuentre”, añaden las autoridades.
La erupción del Cumbre Vieja de las Islas Canarias es la primera en medio siglo en esta pequeña isla del archipiélago.
No ha provocado víctimas, pero sí causó daños importantes y la evacuación de más de 7.000 personas, algunas de las cuales perdieron todos sus bienes bajo los ríos de lava.
Es la erupción más prolongada que ha sufrido la isla y la tercera en un siglo, tras las de los volcanes San Juan, en 1949, y Teneguía, en 1971.