El ministro neerlandés de Justicia, Ferdinand Grapperhaus, reportó más de 170 arrestos y en una carta al Parlamento acusó violencia “selectiva” y “altamente organizada” durante protestas contra medidas restrictivas.
El ministro afirmó que continúa la identificación de los involucrados en estos disturbios, lamentando que en las últimas noches “grupos de vándalos han utilizado una violencia extrema contra el personal de la policía, los bomberos y las ambulancias”, lanzaron fuegos artificiales y piedras, hostigaron a los servicios de emergencia, incendiaron coches y “dejaron un rastro de destrucción en varias ciudades”.
Señala que estos grupos “buscaban deliberadamente un enfrentamiento con la policía” y explicó que “hubo violencia selectiva contra agentes y servicios de emergencia, la violencia fue tal que se registraron disparos”, lo que está investigando aún el Servicio Nacional de Investigación Criminal.
“El derecho a manifestarse es indudablemente un gran activo en nuestro Estado constitucional, pero una protesta no debería ser una tapadera para la violencia selectiva (…) Eso no tuvo nada que ver con una manifestación, sino que fue un comportamiento delictivo y provocador. Las imágenes son horribles”, advirtió.
Los arrestados pasarán por un juicio sumario a partir de este mismo martes, y además de la sanción que se les aplique por ley, se les exigirá el pago de indemnizaciones por los daños causados.
Grupos violentos causan destrucción en varias ciudades
El pasado viernes, una protesta no autorizada en Róterdam contra las restricciones y los planes de introducir el sistema 2G (que excluye a las personas no vacunadas del pase covid aunque den negativo en un test) desembocó en disturbios y choques con la policía.
Desde entonces, grupos en ciudades de todo el país han estado imitando la violencia registrada en Róterdam y cada noche se han dado cita en diferentes municipios con la intención de provocar vandalismo y atacar a la policía. “El sábado y domingo también hubo disturbios en otras partes del país, con graves actos de violencia, incluido el lanzamiento de fuegos artificiales. Estos disturbios difieren de los del viernes por la noche porque, según el informe policial inicial, (aparentemente) no tenían una intención social o política”, señaló el ministro.
Grapperhaus habla de “violencia altamente organizada” por parte de adultos y también menores.
El ministro concluye su misiva subrayando que las restricciones por la pandemia “están causando muchos problemas en la sociedad” y la policía ya “advierte de que ha surgido una división” social. “Es importante que sigamos debatiendo esto entre nosotros, pero lo que sucedió el fin de semana no tiene nada que ver con esa discusión”, dice.
El primer ministro en funciones, Mark Rutte, también consideró los disturbios como “pura violencia con el pretexto de manifestarse” y, tras defender el derecho a manifestarse, señaló que “nunca aceptará que haya idiotas que utilicen pura violencia contra la policía y los paramédicos con un ‘estamos insatisfechos’ como pretexto”.