La mañana del jueves será un día difícil de olvidar en la zona sur de Glasgow, Escocia, luego que cientos de personas bloquearan el paso de un vehículo del Servicio de Control de Migración, para impedir la detención de dos solicitantes de asilo.

“Son nuestros vecinos. Déjenlos ir”
, gritaba la multitud que rodeó el vehículo que había llegado hasta el barrio de Pollokshields, al sur de la principal ciudad de Escocia y con una importante población extranjera. Incluso, un activista estuvo por ocho horas debajo del automóvil de migración, para evitar el operativo, consigna el diario británico The Guardian.

El automóvil llegó a eso de las 09:00 del jueves y sólo a las 17:00, la autoridad desistió de realizar la detención de los inmigrantes, previa actuación de la policía, que protagonizó enfrentamientos con activistas.

Tras lo ocurrido, los inmigrantes de nacionalidad india, permanecen en su hogar del mencionado barrio, mientras que las imágenes de cómo la multitud rodeó el vehículo de migración, han dado la vuelta al mundo.

En un comunicado, la policía de Escocia aseguró que el superintendente Mark Sutherland había decidido liberar a los detenidos “para proteger la seguridad, la salud pública y el bienestar de los implicados en la detención y la posterior protesta”.

La inclusión de la policía en el operativo generó polémica en Escocia, debido a que estas unidades no participan de las diligencias del Servicio de Migración, pero las autoridades aseguraron, que debieron actuar para proteger a los funcionarios.

Nicola Sturgeon, primer ministra de Escocia y diputada de la zona (tienen régimen parlamentario), dijo el jueves por la noche que la policía había estado en una “posición injusta”, y criticó las políticas migratorias del gobierno del Reino Unido.

“Hacer esto en Eid, en el corazón de nuestra comunidad musulmana, y en medio de un serio brote de covid fue asombrosamente irresponsable, pero el problema aún más profundo es una pésima política de asilo e inmigración”, comentó.

Por su parte, un portavoz de la Policía de Escocia subrayó que, si bien no ayudan en la expulsión de los solicitantes de asilo, tienen el deber de proteger la seguridad pública.