Largas colas de camiones se formarían en la frontera para cruzar el Canal de la Mancha en enero si el Reino Unido y la Unión Europea no concluyen un acuerdo de libre comercio posbrexit, advirtió el gobierno británico el miércoles.
“Esto no es una predicción o una previsión”, sino un “ejercicio prudente para establecer lo que podría suceder en el peor de los casos”, explicó el ministro del Gabinete, Michael Gove, al Parlamento.
La víspera el instituto de investigación independiente “The UK in a Changing Europe” había advertido por su parte que una salida brutal de la UE a finales de año, cuando termina el periodo de transición, podría costar a la economía británica casi tres veces más a largo plazo que la pandemia de coronavirus.
El centro de investigación, que trabajó junto a la London School of Economics, estima que ante una falta de acuerdo el Producto Interno Bruto (PIB) británico perdería en 15 años un 5,7% en comparación con el nivel actual, frente al 2,1% debido a la pandemia de covid-19.
El escenario mencionado por Gove se basa por su parte en una estimación de que sólo “entre el 50% y el 70% de las grandes empresas y sólo entre el 20% y el 40% de las pequeñas y medianas empresas estarían preparadas para la aplicación estricta de los nuevos requisitos europeos”.
Así, sólo “30% a 60%” de los camiones llegarían a la frontera habiendo completado las formalidades necesarias para sus mercancías, explicó el ministro.
“Por lo tanto, las autoridades francesas los enviarían de vuelta a la frontera, bloqueando el paso”, añadió, refiriéndose a una posible cola de “7.000 camiones”, es decir un retraso de dos días según un documento publicado por el gobierno.
Las negociaciones entre británicos y europeos en busca de un gran acuerdo de libre comercio que rija sus relaciones posbrexit llevan meses estancadas.
Se enfrentan ahora a la nueva amenaza que representa el proyecto del primer ministro Boris Johnson de modificar algunas disposiciones del acuerdo de divorcio, un tratado internacional en vigor desde que el Brexit se hizo efectivo el pasado 31 de enero, lo que enfurece a sus exsocios.
