La víctima de violación colectiva por parte de un grupo de 5 hombres que se hacía llamar “La Manada”, publicó una carta donde entrega su reflexión sobre el proceso que vivió desde que fue atacada en 2016, hasta la semana pasada, cuando la Suprema confirmó una pena de 15 años para los victimarios.
En la carta enviada a la televisora española Telecinco, la víctima de La Manada califica como “intenso y agotador” el proceso vivido en los últimos tres años, pero agradecía también el apoyo que recibió y permitir que el caso llegase a la calle, con manifestaciones en toda España y que incluso se replicaron en Chile, bajo los lemas de “NO es no” o “YO te creo”
“Ha sido largo, intenso, y sobre todo agotador. Lo peor no fue la situación vivida, sino todo lo que vino después. Pero llegado este momento, puedo asegurar que valió la pena y poco a poco voy recuperando el timón de mi vida”, destaca la víctima en su carta, cuya identidad no puede ser difundida por medios de comunicación.
Los integrantes de “La Manada”, como se hacían llamar, fueron acusados de abusar sexualmente en grupo de la joven de entonces 18 años en julio de 2016 en Pamplona (norte), en plenas fiestas de San Fermín.
En 2018, la condena en primera instancia a los cinco hombres solo por abuso sexual y no violación, y luego su puesta en libertad provisional, desataron enormes protestas. Pero la semana pasada, el Supremo de España recalificó la condena por el delito de agresión sexual (violación) y les dio una pena de 15 años de prisión.
Carta completa
“Buenos días. Tras casi tres años este proceso por fin se ha terminado. Ha sido largo, intenso, y sobre todo agotador. Lo peor no fue la situación vivida, sino todo lo que vino después. Pero llegado este momento, puedo asegurar que valió la pena y poco a poco voy recuperando el timón de mi vida.
Gracias a todas las personas que desde el primer momento se involucraron para ayudarme. No puedo haber sido más afortunada con la calidad de las personas que me han ayudado. Desde aquel juez de instrucción que nunca dudó de mí, hasta el abogado que me tocó aquel 7 de julio de 2016, pasando, sin duda alguna, por la fiscal, médicos, policías, psicólogos y la pareja que me encontró. Son momentos en los que nadie sabe cómo actuar, pero vosotros lo hicisteis fácil.
Gracias también a Pamplona y a Navarra, que con todo su empeño han hecho más fácil que alguna vez pueda volver. Gracias de nuevo a aquellas primeras asociaciones y personas por llevar esto a la calle, formando un eco por todos los rincones de España. Gracias por no haberme dejado sola.
Os estaré eternamente agradecida, pero yo no soy ninguna heroína, la fuerza para continuar, muchas veces, me la ha dado todo el calor y el apoyo que he sentido en este camino.
No podemos olvidarnos que la lucha debe seguir y debemos ser el cambio que queremos en la sociedad, ya que esto le ha supuesto la vida a muchas compañeras. Recordad, contadlo, no les dejéis ganar a ellos”.