La líder de los socialdemócratas alemanes anunció este domingo su dimisión tras su derrota en las elecciones europeas, lo que debilitó todavía más a la coalición gubernamental de Angela Merkel, cuyo partido también está en horas bajas a unos meses de las elecciones regionales.

Andrea Nahles tuvo que soportar fuertes críticas desde la debacle del SPD en las europeas, cuando registró su mínimo histórico al cosechar sólo el 15% de los votos, quedando por detrás de los Verdes (20%).

“Las discusiones dentro del grupo parlamentario y las numerosas reacciones del partido me mostraron que ya no cuento con el apoyo necesario para ejercer mis funciones”, declaró en un comunicado.

La primera mujer dirigente del SPD tiró así la toalla, dos días antes de que tuviera lugar una votación interna que debía decidir su suerte. También renunció a su acta de diputada, según un portavoz de la formación.

La partida de Nahles, que desde que asumió el cargo tuvo que soportar las críticas y el acoso de sus oponentes dentro del partido, que defendían que el SPD abandonara la coalición gubernamental, podría acelerar la descomposición del Ejecutivo.

Frente a la renuncia, la canciller Angela Merkel prometió este domingo que el gobierno continuará con su trabajo. “Lo que quiero decir en nombre del gobierno es que continuaremos con nuestro trabajo con toda seriedad y con gran responsabilidad”, dijo en un comunicado a la prensa.

En el SPD se están planteando si dejar la alianza formada con la CDU de Angela Merkel, a riesgo de provocar elecciones anticipadas y una salida prematura de la canciller, cuyo mandato termina en 2021.

Los socialdemócratas habían previsto decidirse sobre esta cuestión en septiembre, en la mitad del mandato, coincidiendo con unas elecciones regionales delicadas en tres demarcaciones de la antigua Alemania del Este. En esos “Länder”, la ultraderecha del AfD espera duplicar los resultados del partido democratacristiano (CDU).