Carlos Ghosn, expresidente de Renault-Nissan, volvió a ser detenido este jueves en su domicilio de Tokio debido a nuevas sospechas de malversación financiera, apenas un mes después de haber quedado en libertad bajo fianza, un arresto que calificó de “indignante y arbitrario”.

Los investigadores de la Fiscalía acudieron al amanecer a su vivienda, ante la cual instalaron una cortina gris, según imágenes difundidas por las cadenas de televisión japonesas.

Menos de una hora más tarde un automóvil abandonó el lugar con Ghosn en su interior, según imágenes del canal privado Nippon TV.

“Va contra el espíritu de la ley o de lo que la ley prevé, es algo que no debe suceder en un país civilizado”, declaró a la prensa el abogado de Ghosn Junichiro Hinoraka, quien anunció que iba a utilizar todos los recursos posibles para obtener su libertad.

“No comprendemos por qué necesitan dejarlo detenido […] Es extremadamente injusto”, agregó.

Hinoraka, visiblemente contrariado, denunció además la confiscación del móvil sin acceso a internet de Ghosn y del teléfono inteligente de su esposa, a quien también se le confiscó el pasaporte.

Ghosn fue detenido debido a la existencia de un “riesgo de destrucción de pruebas”, dijo por su parte el fiscal adjunto Shin Kukimoto.

Alertado desde el miércoles por trascendidos de prensa, Ghosn, de 65 años, se había preparado para tal eventualidad. “Grabó un vídeo que resume su punto de vista, que prevemos difundir”, anunció Hironaka.