La primera ministra británica, Theresa May, aseguró el miércoles que no se representará a las próximas legislativas, en un esfuerzo por ganar el voto de censura lanzado por diputados de su propio partido para arrebatarle el poder y la negociación sobre el Brexit.
“Ha dicho que no tenía intención de liderar (la campaña) para las elecciones de 2022”, afirmó el diputado Alec Shelbrooke al término de una reunión de la jefa de gobierno conservadora con los legisladores de su formación.
Poco después comenzaba el voto de censura, que debía prolongarse hasta las 20:00 locales (17:00 de Chile).
Durante el día circularon informaciones según las cuales May tenía garantizada la victoria, pero diputados consideraban que no estaba tan claro.
“Será muy ajustado”, dijo saliendo de la reunión la conservadora Andrea Jenkyns.
Concentrada en reunir el mayor respaldo posible, la jefa del gobierno había anulado la reunión del consejo de ministros y el viaje que debía realizar a Irlanda para encontrarse con su homólogo Leo Varadkar.
“Lucharé contra este voto con todo lo que tengo”, dijo en una breve declaración ante los medios, convocada de urgencia por la mañana tras conocerse la noticia de que los rebeldes conservadores habían logrado reunir las 48 cartas necesarias para retar su liderazgo.
Para mantenerse en el cargo, May necesita el apoyo de al menos la mitad más uno de los 315 diputados conservadores. Hacia mediodía, la BBC afirmó que la primera ministra ya tenía 158 votos garantizados lo que inmediatamente hizo subir la libra esterlina.
“Decidida a terminar”
La primera ministra reiteró que está “decidida a terminar la tarea” de sacar a Reino Unido de la Unión Europea el próximo 29 de marzo con el que defiende como “el mejor acuerdo posible”.
El texto, fruto de 17 meses de difíciles negociaciones con Bruselas, choca con la oposición de una mayoría de parlamentarios, entre ellos los conservadores euroescépticos para quienes hace concesiones inaceptables a la UE.
Estos llevaban varias semanas intentado reunir suficientes apoyos para poner en entredicho el liderazgo de May. Y finalmente lo consiguieron después de que el lunes la jefa del gobierno anulase a última hora la histórica votación en que el parlamento debía ratificar o rechazar el acuerdo.
Tras el voto de censura, que será secreto, se contarán los boletines en una sala a parte y el resultado debería conocerse hacia las 21:00 de Londres (18:00 de Chile)
Mientras tanto, no cesaban los comentarios a favor y en contra de May de diputados de su Partido Conservador.
El cargo de primer ministro es el más difícil que se pueda imaginar en este momento y lo último que necesita el país es una larga y dura carrera por el liderazgo”, tuiteó el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt.
En el campo contrario, el jefe del grupo de diputados conservadores euroescépticos ERG, Jacob Rees-Mogg, afirmó que “el país necesita un nuevo líder” y que en la reunión previa al voto May repitió “el mismo viejo discurso de siempre, nada nuevo”.