Los lideres separatistas prorrusos ganaron como estaba previsto las elecciones locales en el este de Ucrania , según resultados casi definitivos publicados el lunes, unos comicios considerados “ilegítimos” por Kiev y los occidentales.

Vigilados por militares armados de Kalashnikov y recompensados con billetes de lotería, los habitantes de los territorios separatistas votaron el domingo para elegir a “presidentes” y “diputados” para las dos “repúblicas populares” autoproclamadas por los rebeldes en Donetsk (DNR) y en Lugansk (LNR), que desde hace cuatro años escapan al poder de Kiev.

Según las comisiones electorales de ambos territorios, con el 95% de los votos escrutados, los actuales jefes interinos ganaron con claridad: Denis Pushilin lograba 60,9% en Donetsk y Leonid Pasechnik 68,4% en Lugansk.

La votación reforzará la separación de esos territorios del resto del país y legitimará a sus nuevos dirigentes, mientras que el proceso de paz está en punto muerto y los enfrentamientos esporádicos siguen aumentando el balance de este conflicto, que ha dejado 10.000 muertos según la ONU.

“Demostramos al mundo entero que no solamente podemos hacer la guerra (…) sino también construir un Estado”, declaró Pushilin, jefe interino de la DNR tras el asesinato de su predecesor, ante un grupo de personas en Donetsk, una de las “capitales” separatistas.

“Todavía nos esperan combates contra un enemigo traicionero y cruel”, dijo en referencia al gobierno de Kiev.

La participación superó el 80% en la “república” de Donetsk y 77% en la de Lugansk, afirmaron las respectivas autoridades.

La celebración de estas elecciones desencadenó airadas protestas de Kiev y de los occidentales, que ven en ellas la injerencia de Moscú, y las consideran contrarias a los acuerdos de paz de Minsk.

“Están organizadas bajo la amenaza de metralletas rusas en un territorio ocupado” por Rusia, dijo el sábado por la noche el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.

“En lugar de implementar [el tratado de paz de] Minsk y avanzar hacia la paz”, Rusia institucionaliza el status quo a través de elecciones “manipuladas”, dijo el enviado especial de Washington para Ucrania, Kurt Volker, en un tuit.

La Unión europea denunció por su parte unas elecciones “ilegales e ilegítimas”.

Lotería y degustaciones gratis

Rusia y Ucrania tienen malas relaciones desde la llegada al poder en Kiev, en 2014, de los prooccidentales, a raíz del levantamiento del Maidán, seguido de la anexión de la península ucraniana de Crimea y del conflicto con los separatistas en el este.

Ucrania y los occidentales acusan a Moscú de apoyar militarmente a los separatistas, algo que Rusia desmiente.

Los acuerdos de paz de Minsk, firmados en febrero de 2015, permitieron reducir considerablemente los enfrentamientos, pero aún así se han registrado episodios de violencia de forma periódica en la línea del frente, donde cuatro soldados ucranianos fueron abatidos el sábado.

Las dos repúblicas autoproclamadas estaban dirigidas desde hace meses por jefes interinos que vieron su autoridad refrendada por los votos.

En Donetsk, Pushilin, de 37 años, un exnegociador político con Kiev, había sido nombrado para suceder a Alexander Zakharchenko, excombatiente fallecido en agosto en un atentado.

En Lugansk, Pasechnik, de 48 años, exresponsable regional de los servicios de seguridad ucranianos, sustituyó a Igor Plotnitski, destituido en noviembre de 2017.

Para atraer a electores, cada persona que votaba obtenía un boleto gratuito para una lotería organizada en el mismo lugar, cuyo premio era una entrada para el teatro o un concierto.

Además de proponer comida y degustaciones gratis para los electores, en Lugansk a los primeros 300.000 votantes se les prometió un cupón del operador separatista para sus teléfonos móviles, por 100 rublos (1,3 euros).