La justicia alemana rechazó este martes encarcelar al exmédico alemán de Colonia Dignidad, Hartmut Hopp, a pesar de su condena en Chile por complicidad en la violación de menores por parte de Paul Schäfer, antiguo líder de esta comunidad cercana a Parral.

El tribunal regional de Dusseldorf (oeste) anuló la sentencia de una jurisdicción inferior, que en agosto de 2017 dictaminó que Hopp tenía que cumplir en Alemania,
la pena de cinco años dictada en Chile en 2011 por complicidad en violación y abusos sexuales a menores.

“Los hechos constatados en el juicio chileno no bastan, a pesar de la amplitud de los motivos de la decisión, para cumplir las condiciones requeridas por el derecho alemán para justificar acciones penales contra Hopp”, de 74 años, indicó el tribunal en un comunicado detallando la sentencia, dictada el 20 de septiembre.

Schäfer, junto a Hopp, su mano derecha, encabezaba un sórdido sistema de adoctrinamiento y abusos sexuales en el interior de este enclave y también se lo facilitó a la dictadura de Pinochet para detener y torturar a presos políticos.

Según los jueces, el “papel dirigente” y como médico de Hopp en Colonia Dignidad no basta para considerarle cómplice de los crímenes de Schäfer.

Al contrario, la justicia chilena había considerado que Schäfer pudo cometer su crímenes gracias al apoyo de Hopp .

En 2011, la justicia chilena condenó a Hopp, que se refugió en su país poco antes del veredicto, a cinco años y un día de prisión por complicidad en la violación de cuatro niños de menos de 12 años y abusos sexuales a otros 16 menores.

Paul Schäfer dirigía con mano de hierro esta comunidad alemana de unos centenares de personas, sometidas a severas reglas de conducta que llegaban hasta la esclavitud y donde se multiplicaban los abusos sexuales a menores.

No fue hasta 1997, cuando Schäfer huyó del país, que los chilenos descubrieron que en Colonia Dignidad también fueron torturados o desaparecieron opositores a la dictadura de Augusto Pinochet.

Schäfer fue detenido en 2005 en Argentina y murió en prisión en 2010. Alemania reconoció haber cerrado los ojos ante lo que pasaba en esa comunidad y decidió abrir los archivos del ministerio de Relaciones Exteriores para que la justicia chilena pueda seguir investigando.

En 2016, el entonces ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier, hoy presidente de Alemania, reconoció que los diplomáticos alemanes “cerraron los ojos” sobre la cuestión.

Incluso tras el fin de Colonia Dignidad, las autoridades alemanas no demostraron “la determinación y la transparencia necesarias para identificar a sus responsables y aprender la lección”, dijo entonces.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha sido muy criticada por no haber perseguido y llevado ante la justicia a los nazis que se refugiaron en América Latina.