Tiene solo 28 años. Ana María García, era también 28 años menor que su pareja, Miguel Ángel Suarez de 56.
Una vecina de Lugones, Asturia, (una comunidad autónoma uniprovincial de España) ha relatado los hechos que cambiaron la vida de una familia la madrugada de este martes, cuando la joven al parecer, cegada por los celos, decidió quitarle la vida a su pareja en un arranque de furia por una supuesta infidelidad.
La madre de la presunta hechora ha confensado, según medios españoles, que la joven estuvo discutiendo con su pareja con quien vivía en la casa de sus padres desde hace unos meses. Supuestamente había una tercera en discordia. Él amenazó horas antes con irse del inmueble, pero al parecer todo había quedado en discusión y ambos fueron a descansar en una noche de lunes, que hacia la madrugada del martes, se volvió terrible para los parientes de Ana María.
30 puñaladas: el principio del fin
“Mamá, maté a Michel”, fueron las palabras que antecedieron a los detalles que Ana María ofrecería a su madre cerca de las 3:00 de la madrugada de este martes, hora de España. Cuando irrumpió en la habitación de su progenitora, la joven ya había descargado con un cuchillo, según su propia descripción, la ira contra su novio a quien supuestamente había escuchado hablar con la otra mujer, con quien este habría iniciado una nueva relación.
“Empezaron a discutir y él dijo que se quería ir. Al final que se quedaba y se fueron a la cama, no supe más hasta que me despertó”. “Tuve muchos problemas con ella, pero no creí que fuese capaz de hacer algo así”, declaró la mujer a la prensa española en las afueras del edificio donde Miguel Angel recibio entre las 30 puñaladas, una que le perforó el cuello ocasionando su muerte.
Ana María ya está en poder de las autoridades en Asturias y el crimen se ha vuelto una de las principales noticias en España, donde la connotación ha sido grande y específica, al hablar de los celos que motivaron a una mujer a apuñalar decenas de veces a un hombre por problemas que una familia calificaba como los de una pareja normal.
Sin embargo, Ana María tenía antecedentes policiales por la quema de contenedores, nada comparado con lo que hoy la tiene en prisión preventiva a la espera de un juicio por el asesinato de su novio.
