Un latino que espera en el corredor de la muerte por su ejecución en Estados Unidos clama por su inocencia, aseverando haber sido condenado por un doble crimen que no cometió.

“No me quiero morir”.

Con esa breve pero directa frase se resume la desesperación de Ivan Cantu, un latino de 50 años que espera en la prisión Allan B. Polunsky, en West Livingston (Texas), a 50 km de Houston, por su inminente ejecución, la cual está prevista para el 28 de febrero.

En entrevista con Telemundo, medio que tuvo una hora para conversar con Cantu, el acusado expone sus sensaciones, aseverando que es inocente de los cargos que se le imputan.

“Desde el primer día […] estaba todo para investigar el caso y probar mi inocencia. Pero cuando lo expliqué no me creyeron”, comenzó señalando al citado portal. “A menudo pienso en eso porque no me quiero morir”, puntualizó.

Ivan Cantu
The Texas Tribune

“Sólo faltan días para que quieran ponerme en una camilla (para recibir la inyección letal) por un crimen que no cometí. Estamos haciendo todo lo posible para presentar la información a las cortes, pero es como si no les importara”, remarcó.

Cantu fue condenado en octubre de 2001 a la pena de muerte. Luego que la ejecución fuera aplazada en 2012 y 2023, finalmente las autoridades norteamericanas establecieron el 28 de febrero próximo como fecha definitiva.

El hombre, nacido en Estados Unidos y de padre mexicano, fue hallado culpable por un jurado por el asesinato de su primo, James Mosqueda, y su pareja, Amy Kitchen, quienes fueron baleados en noviembre de 2000.

“Estoy en contra de la pena de muerte, no es justo”, remarcó el latino, aseverando que quedó en shock al enterarse que sería ejecutado.

En la entrevista, el sujeto fue enfático en señalar que hubo irregularidades durante el proceso, mencionando que la evidencia comprueba su inocencia.

“Estoy del otro lado de esta ventana porque la Fiscalía no investigó a fondo mi caso. Y cuando el Departamento de Policía de Dallas les presentó los documentos y las declaraciones falsas de los testigos y la narrativa falsa, lo tomaron al pie de la letra, no lo investigaron”, sostuvo.

“Presentaron la información a un jurado y le pidieron que me condenaran. Y lo hicieron”, puntualizó.

Ivan, quien pasa estos días escribiendo cartas, leyendo libros o actualizándose sobre su caso, apeló la ejecución, asegurando que el presidente del jurado así como otros integrantes, e incluso miembros de la policía, han declarado que con la información que manejan hoy en día, no lo habrían condenado. “Y ciertamente no me habrían sentenciado a muerte”, mencionó.

Ivan Cantu con su expareja, Amy Boettcher
Ivan Cantu con su expareja, Amy Boettcher | Telemundo

Cantu acusa que su pareja de aquel entonces, Amy Boettcher, quien lo delató por los asesinatos, mintió. “Llegó a decir que la llevé a la escena del crimen para ver los cadáveres. Y eso no es cierto”, dijo.

No sólo eso. De acuerdo a Telemundo, plantea que médicos forenses determinaron que los crímenes fueron cometidos el 4 de noviembre de 2000, y no el día anterior como originalmente se estableció. “Eso muestra que no podía estar en la escena del crimen”, mencionó.

Pese a sus descargos, la ejecución se llevará a cabo a fines de este mes, siempre y cuando la Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado de Texas no acepte su petición. Otra vía que tiene es que el gobernador, el republicano Greg Abbott, detenga la medida.

Su caso ha motivado la reacción de organizaciones como Amnistía Internacional, la cual remarca que las leyes internacionales prohíben la pena de muerte a cualquier persona cuya condena no se base en “pruebas claras y convincentes que no dejen lugar a una explicación alternativa de los hechos”.