Con 74 años, pesando 110,6 kilos y midiendo 1,90 metros, el presidente Donald Trump entra directamente en el grupo de riesgo tras su contagio con covid-19, pudiendo presentar síntomas severos.

No se sabe de otras condiciones preexistentes que pueda sufrir el mandatario, pero sus características físicas ya dan algunas luces sobre el riesgo que corre.

Hasta el momento, sólo se le ha reportado que ha presentado síntomas leves y “como de resfriado”, manteniéndose aislado en la Casa Blanca y suspendiendo sus mitines. Trump, quien minimizó la importancia de la pandemia, no usó públicamente mascarillas hasta julio y organizó mítines ignorando las recomendaciones sanitarias, anunció el mismo la noticia por Twitter en la madrugada del viernes.

El presidente ya entra en una categoría de riesgo por el simple hecho de ser hombre, género que tiene más probabilidades de sufrir o morir por un cuadro severo de covid-19 por tener un sistema inmune más débil que el de las mujeres, de acuerdo con un estudio publicado en agosto por Nature citado por el New York Times.

74 años

De acuerdo con el Centro de Control y Prevención (CDC) de enfermedades de los Estaos Unidos, las personas en el rango etario de entre 65 y 74 años tienen 5 veces más probabilidades de ser hospitalizados, y un riesgo 90 veces mayor de morir por la enfermedad, comparados con adultos jóvenes de entre 18 y 29 años.

De cada 10 muertes relacionadas con el covid-19 en Estados Unidos, ocho corresponden a adultos mayores de 65 años”, según la CDC.

“Hay dos grupos de personas con un riesgo más elevado de caer gravemente enfermas: los mayores de 60 años y quienes tienen otros problemas de salud”, subraya la Organización Mundial de la Salud en su sitio web.

Según cifras citadas por la BBC, a los 75 años se estima que mueren una de cada 25 personas que se contagian.

Moderadamente obeso

Según CNN, las evaluaciones médicas de Trump le dan un índice de masa corporal de 30,5, lo que le vuelve “moderadamente obeso”, lo cual triplica el riesgo de ser hospitalizado por la enfermedad.

“El vínculo entre obesidad y el riesgo de complicaciones está comprobado, debido a patologías anexas”, como diabetes e hipertensión, según el ministerio francés de Sanidad.

El primer ministro británico, Boris Johnson, que pasó tres noches en cuidados intensivos en abril tras contagiarse con el SARS-CoV-2, indicó recientemente que se había puesto a dieta.

“Cuando se alcanzan los 111 kilos, como me sucedió, para 1,78 metros (es decir, un IMC de 35, ndlr) perder peso es seguramente una buena idea”, declaró el martes Johnson.

Pese a que no se le conocen condiciones preexistentes, en 2018 su médico personal Dr. Ronny Jackson indicó que tras una tomografía computarizada de calcio coronario sus diagnósticos presentaban signos de una enfermedad al corazón moderada. Con un puntaje de 100 ya se arriesga esta situación, y él marcó 133. Además, presentó un aumento importante en sus niveles de colesterol.

El NYT acota que, pese a que sus médicos y sus funcionarios han dicho que el mandatario tiene un buen estado de salud, se ha reportado que “Trump ama las hamburguesas de queso y no hace mucho ejercicio, más allá de jugar golf”.

¿Condiciones preexistentes?

Esto no significa que Trump definitivamente vaya a enfrentar un cuadro severo, y muchas personas de sus características se han recuperado de la enfermedad, pero para determinar esto será particularmente importante la evolución de su estado de salud durante la próxima semana.

Según la Agence France-Presse, un estudio realizado en febrero entre varios centenares de pacientes chinos mostró que el porcentaje de enfermos que necesita una hospitalización aumenta significativamente con la edad: 0,04% entre los 10/19 años, 4,3% entre los 40/49, 16,6% entre los 70/79 años y 18,4% entre los mayores de 80, de acuerdo con los datos publicados en la revista médica The Lancet.

Pero esto no significa que toda persona mayor de 60 años enferme gravemente si se contagia con el covid-19, puesto que otros factores entran en juego, como el hecho de padecer una enfermedad crónica.

“Si no tiene diabetes, alta presión arterial, o alguna enfermedad crónica, el resultado probablemente no será severo”, explica el director del Centro Stanley Ho para las Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad China en Hong Kong.

Por otro lado, se sospecha que algunos casos graves también pueden estar relacionados con la genética. Eso explicaría en parte por qué el nuevo coronavirus afecta más a algunas minorías étnicas en Estados Unidos, como negros y asiáticos, como señalaron varios estudios.

Finalmente, Trump levantó una fuerte polémica en mayo pasado al asegurar que tomaba hidroxicloroquina de manera preventiva contra el covid-19, a contracorriente de las recomendaciones de las autoridades sanitarias de Estados Unidos. Este tratamiento, que el presidente acabó por abandonar, no demostró tener ningún efecto positivo contra el virus, según numerosos estudios y revisiones.

En cualquier escenario, recalcó la doctora Nathalie McDermott, del Kings College London, estamos hablando del Presidente de los Estados Unidos, quien “contará con el mejor cuidado de salud si llegase a sentirse mal”.