Honduras exigió este lunes respeto al debido proceso y garantizar la dignidad y la vida, ante las masivas redadas de inmigrantes anunciadas por Estados Unidos desde el domingo pasado.

“El Estado de Honduras reitera que los estándares interamericanos de derechos humanos exigen que cada decisión en materia migratoria sea fundamentada individualmente y se respete el debido proceso (…) garantizando, entre otros, la dignidad, la vida”, señaló la cancillería en comunicado.

La administración de Donald Trump anunció redadas dirigidas a unos 2.000 inmigrantes en diez estados a partir del domingo anterior.

“Ellos vinieron de forma ilegal”, dijo el mandatario a los periodistas en la Casa Blanca, anunciando que los oficiales de migración van a detener a los sacar a las personas que ingresaron ilegalmente y “llevarlas de vuelta a sus países”.

La cancillería hondureña demandó en su comunicado que se debe respetar a los inmigrantes “aplicando los principios fundamentales de no devolución” a sus países y, sobre todo, en casos de niños.

“El Servicio Consular de Honduras en Estados Unidos está en alerta para atender a los hondureños que requieran servicios de protección o asesoría, con el apoyo de abogados”, añadió.

Llamó a los hondureños a “mantener la calma” y que en caso de ser abordados no revelar su situación migratoria, solicitar la orden judicial de arresto o revisión antes de abrir las puertas de sus casas a las autoridades migratorias.

Unos 64.000 hondureños han sido deportados desde Estados Unidos y México en lo que va del 2019, según el Observatorio de Migraciones de la cancillería. El año pasado en esta época sumaban cerca de 43.000, para un aumento cercano al 43% este año.

Desde octubre pasado la emigración de hondureños aumentó a través de caravanas huyendo de la falta de empleo, en busca de mejores condiciones de vida o escapando de los asesinatos de pandilleros y narcotraficantes.

Cerca de un millón de hondureños vive en Estados Unidos, la mayoría indocumentados, los cuales inyectan a la economía 4.000 millones de dólares anuales, equivalentes a cerca del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) el país.

Planes de restringir el acceso al asilo

El gobierno estadounidense quiere limitar las condiciones de asilo para los extranjeros que entren a Estados Unidos desde México y otros territorios, medidas rechazadas por el gobierno mexicano que advirtió que no recibirá de regreso a migrantes de otros países.

Washington realizó el anuncio mientras busca sin éxito un acuerdo de “Tercer País Seguro” para que los migrantes deban tramitar sus solicitudes de asilo en alguno de los países que atraviesan en su ruta desde Centroamérica hacia Estados Unidos.

La nueva normativa “utiliza la autoridad delegada por el Congreso en (…) la Ley de Migración para mejorar la integridad del proceso de asilo colocando más restricciones o limitaciones a la elegibilidad de los extranjeros que busquen asilo en Estados Unidos”, señaló un comunicado del Departamento de Justicia.

Por su parte, el canciller mexicano Marcelo Ebrard expresó en rueda de prensa su rechazo a esta nueva normativa, la cual, dijo, sólo tendrá validez jurídica en Estados Unidos.

“México no coincide con medidas que limiten al asilo o refugio a aquellos que temen por su vida en sus países de origen (…), y vamos a prestar atención a que se respete el principio de no devolución conforme al derecho internacional vigente”, dijo.

Aunque existe un acuerdo para que determinado número de migrantes, la mayoría centroamericanos, regresen a territorio mexicano a esperar su audiencia de asilo en Estados Unidos, Ebrard dijo que México no recibirá migrantes a la luz de las nuevas restricciones.

“No entraremos en ninguna negociación de tercer país seguro sin autorización expresa del Congreso”, indicó el canciller, que el martes abordará con diputados mexicanos asuntos relativos a migración.

Paul Ratje / AFP
Paul Ratje / AFP

Excepciones

Las nuevas limitaciones anunciadas por Washington tendrán tres excepciones: los extranjeros que demuestren que solicitaron asilo en al menos un país y su petición fue denegada en última instancia; quienes entren en la definición de “víctimas de una forma grave de tráfico de personas”; y quienes hayan transitado en su camino hacia Estados Unidos por países que no forman parte de la Convención de Refugiados de 1951 o del Protocolo de 1965.

Denominada “Reglamento provisional final”, la normativa entra en vigor el martes pero puede sufrir modificaciones posteriores tras su publicación este lunes y también puede ser objeto de recursos judiciales.

Impulsada por la Casa Blanca, está dirigida a los cientos de miles de migrantes centroamericanos y de otros países que intentan llegar a Estados Unidos desde México para pedir asilo.

Trump ha hecho de la lucha contra la inmigración un eje de su campaña y de su gobierno, durante el cual ha sostenido un prolongado enfrentamiento con el Congreso por conseguir fondos para levantar un muro en la frontera con México.

En junio anunció que deportaría a “millones de extranjeros ilegales” y a partir de este fin de semana se esperaban masivas redadas en grandes ciudades de Estados Unidos.