Una columnista de la revista de moda Elle dijo en una crónica publicada este viernes que Donald Trump la agredió sexualmente en el probador de una tienda en Nueva York, a mediados de la década de 1990.
E. Jean Carroll, responsable de la columna de consejos “Ask E. Jean” de la revista Elle durante 26 años, dijo que el incidente ocurrió en 1995 o 1996, cuando Trump era un prominente promotor inmobiliario y ella una conocida periodista y conductora de televisión.
La descripción del hecho aparece en un fragmento de su libro, de próxima edición, que fue publicado el viernes como adelanto en la New York Magazine. Con ella, suman al menos 16 las mujeres que acusan al actual presidente de Estados Unidos de haber incurrido en conductas de carácter sexual inapropiadas antes de su investidura.
Carroll, de 75 años, narra en su libro que un día se encontró por casualidad con Trump en la tienda Bergdorf Goodman sobre la Quinta Avenida de Manhattan, en Nueva York, mientras ambos estaban de compras.
Durante la conversación, de tono amistoso, Trump le pidió que lo ayudara a comprar un regalo para una mujer de la que no dio ningún detalle.
Luego de manejar opciones como una cartera o un sombrero, Trump resolvió que el regalo sería ropa interior femenina.
Según el relato de Caroll, subieron por las escaleras mecánicas y llegaron a la sección de lencería, donde no había ningún empleado de la tienda a la vista.
La escritora cuenta que creyó en el momento que sería “hilarante” ver a Trump probarse ropa interior de mujer por encima de sus pantalones. Pero no fue así como resultó.
“En el instante en que la puerta del probador se cerró él se abalanzó sobre mí, presionándome contra la pared y golpeándome la cabeza gravemente, y puso su boca contra mis labios”, escribió Carroll.
Mientras la tenía inmovilizada, Trump procedió a bajarle las calzas, abrió el cierre de su pantalón y la penetró, hasta que ella logró deshacerse de él y escapar corriendo.
Según Caroll, la situación no duró “más de tres minutos”.
La New York Magazine, que publica la crónica de Carroll como nota de tapa, incluye en la misma edición otra nota en la que cita declaraciones de un oficial de la Casa Blanca, que calificó a la historia como “completamente falsa e irreal”.
Esta acusación aparece “25 años después de que supuestamente ocurrió” y fue creada “simplemente para hacer lucir mal al presidente”, dijo el oficial.
Carroll nunca denunció el hecho ante la Policía por miedo a las represalias. Consideró que esta revelación podía valerle desde “amenazas de muerte” hasta “ser despedida”, dijo a la revista.