Fiscales federales en Estados Unidos dijeron el viernes que las investigaciones se están interrumpiendo y que los delincuentes están quedando libres debido al cierre parcial del gobierno que lleva ya cuatro semanas.
Aún en tareas, a pesar de que no se les ha pagado durante esta pausa forzada, unos 6.000 fiscales adjuntos de Estados Unidos dijeron que muchos de los servicios de apoyo de los que dependen para sus casos, como las pruebas de ADN, no están disponibles, y que se han bloqueado los fondos necesarios para llevar a cabo las investigaciones.
“La capacidad gubernamental para garantizar la justicia se está viendo comprometida por el cierre del gobierno”, dijo la Asociación Nacional de Fiscales Federales Auxiliares (NAAUSA) en un comunicado.
“La falta de fondos para viajes, por ejemplo, está excluyendo la disponibilidad de entrevistas por parte de agentes federales y fiscales con víctimas y testigos de delitos”, agregó la asociación.
Los fiscales acotaron que “en algunos casos, las pruebas de ADN no se realizan de manera oportuna. Algunas citaciones no están siendo atendidas. Las investigaciones de crímenes y los paneles del gran jurado se están desacelerando, mientras que los delincuentes siguen en libertad”.
La NAAUSA dijo que a muchos de los fiscales adjuntos, que trabajan bajo la órbita de los fiscales de Estados Unidos en 93 jurisdicciones de todo el país, también les resulta difícil pagar sus propias cuentas.
El cierre se desató a partir de un diferendo entre el gobierno y la oposición demócrata, ya que Trump exige que se destinen 5.700 millones de dólares para financiar un muro en la frontera de Estados Unidos con México para frenar la inmigración ilegal.