El juez de California criticado por la sentencia laxa que dio a un exestudiante de la universidad de Stanford culpado de violación, fue revocado del cargo en las urnas.

Los habitantes del condado de Santa Clara votaron el martes para revocar al juez de la Corte Superior Aaron Persky durante el proceso de primarias en el estado.

Persky, que ocupó el cargo por 15 años, es el primer magistrado en ser revocado desde 1932.

La forma como manejó el juicio del Brock Turner desató indignación, luego que condenara en 2016 a seis meses de cárcel por violar a una mujer inconsciente en el campus. Fue liberado tres meses después.

Turner, que tenía 19 años entonces, fue arrestado en enero de 2015
luego que dos estudiantes lo vieran encima de la mujer de 22 años al lado de un basurero.

El joven negó haber violado a la mujer y dijo que el sexo había sido consensuado luego de una fiesta de fraternidad donde habían bebido mucho. Sin embargo, un jurado lo halló culpable de tres cargos criminales.

Tras la sentencia, una petición apoyada por más de un millón de firmas reclamó el despido de Persky, que como Turner, fue deportista de Stanford por lo que se le acusó de “tomar partido” en favor del acusado.

El juez justificó entonces que temía que una condena de prisión más larga “afectara severamente” al joven-

El caso puso el foco de la atención pública en las violaciones en las universidades estadounidenses, donde, de acuerdo a un estudio, una de cada seis mujeres son violadas durante su primer año mientras están bajo efecto del alcohol o drogas.



Los jueces son electos en California
y esta decisión abre además un debate sobre la independencia del poder judicial.

“Es un triste día para el judiciario de California”, dijo al diario San Francisco Chronicle, LaDoris Cordell, una exjuez del condado de Santa Clara County que hizo campaña contra el revocatorio.

El mensaje a los jueces es que “si no decides acorde a la opinión pública puedes perder tu trabajo”, sostuvo Cordell.

Sin embargo, para Michele Dauber, profesora de leyes en Stanford, el mensaje es más bien contra la impunidad.

“Estamos en un momento histórico, en el que mujeres de todos los sectores de la sociedad se alzan para decir ‘basta"”, expresó Dauber.