Los candidatos afines a Pekín se repartieron casi todos los escaños al Parlamento hongkonés tras unas controvertidas elecciones legislativas protagonizadas por la alta abstención, y a las que no concurrió la oposición prodemocrática.

Las "mini elecciones", celebradas este domingo, fueron las primeras que se celebran bajo el sistema electoral impuesto este mismo año por Pekín para afianzar su control sobre el territorio. Dejaron la participación más baja de la historia, del 30,2 %, muy inferior a la última elección al Parlamento de 2016, que llegó al 58,8 %.

Los hongkoneses llamados a las urnas este domingo acudieron a votar en las elecciones legislativas que, por primera vez, incluían sólo a los “patriotas”. En la elección de los únicos escaños que se eligen por sufragio universal, la participación fue sólo del 30%.

No cabe duda de que este mal resultado es, sobre todo, una bofetada para el gobierno dirigido por Carrie Lam por parte de una parte muy importante de la población de Hong Kong, y ello a pesar de los numerosos medios que han desplegado las autoridades para animar a los hongkoneses a votar.

Además, el 2% de los votos fueron en blanco o nulos. Se trata, con mucho, de la menor participación en unas elecciones legislativas desde la entrega de Hong Kong a China en 1997.

Todos los candidatos pro-Pekín, elegidos

También cabe destacar que, mientras que todos los candidatos del DAB, que es el mayor partido pro-Pekín de Hong Kong, fueron elegidos o reelegidos, los pocos outsiders que podrían haber aportado un poco de diversidad a este Parlamento terriblemente homogéneo fueron todos rechazados.

Un candidato que era conductor de autobús, un electricista y dos occidentales nacionalizados chinos, el famoso empresario canadiense Allan Zeman y el antiguo funcionario británico de alto nivel Mike Rowse, fueron eliminados.

Hace unas horas, Carrie Lam, Jefa del Ejecutivo de Hong Kong, dijo que no tenía idea del porqué de la actitud de los hongkoneses, pero sospechaba que el tiempo había jugado un papel.