El 8 de abril es una fecha oficial, pero en realidad los 11 millones de habitantes de región de Hubei han podido dejar sus casas desde hace algún tiempo, como explica Jacky Raimbault, un empresario francés de Wuhan: “Ya hay seis líneas de metro abiertas desde la semana pasada y 152 líneas de autobús. Hace dos semanas que salgo a la calle, salgo a comprar en tiendas de alimentos, presentando un documento de salud”.

Todos los chinos, en todas las ciudades, deben presentar con su teléfono un “código sanitario verde”, que permite la entrada en el metro, los taxis y los lugares públicos. “Ya hay mucha gente en las calles.

Ha habido tacos matutinos en Wuhan durante una o dos semanas.
Significa que se ha reanudado mucha actividad industrial en la ciudad, por lo que no ocurrirá demasiado el 8 de abril”, dice el empresario francés.

“La vida no va a volver a la normalidad”

Todo el transporte público debe retomar el servicio el 8 de abril, pero el resto lo hará muy gradualmente. Otras tiendas de productos no alimenticios están por reabrir, pero algunos lugares probablemente permanecerán cerrados con algunas excepciones, como bares, restaurantes, salas de juego o KTVs también (el karaoke en China). Lo mismo ocurre con las escuelas, que por el momento permanecen cerradas.

“Esta fecha es políticamente importante para preparar el escenario para fin del confinamiento gradual de todo el país”, explica Antoine Bondaz, especialista en el noreste de Asia de la Fundación para la Investigación Estratégica.

“Se empieza con las provincias, luego Hubei y luego Wuhan, así que es muy importante simbólicamente. Después, en realidad, la vida en Wuhan no se reanuda como antes,
todavía hay importantes medidas de distanciamiento social y restricción de movimiento. Pero lo que es muy importante para los habitantes de Hubei y especialmente para los habitantes de Wuhan es que la mayor parte de la crisis ha quedado atrás”, agrega.

La crisis de la epidemia ha quedado atrás para el pueblo de Wuhan, pero esta crisis dejará un legado. Wuhan es una megalópolis traumatizada, como toda la provincia de Hubei, que está cerrada bajo llave desde el 23 de enero con la esperanza de preservar al resto del país y del mundo de la neumonía viral.

La estrategia no funcionó porque, desafortunadamente, la pandemia está en todas partes. Pero era la única manera de que las autoridades sofocaran el coronavirus era intentando confinar la ciudad.

Esto también significa que la vida no volverá a ser como antes, al menos no por varios meses. Los habitantes de Wuhan se quedaron en casa durante 35 días sin poder salir en absoluto.

Tomar la temperatura dos veces al día

Jacky Raimbault pudo volver a poner en marcha su empresa, que suministra piezas a la industria automovilística, el 23 de marzo, pero bajo ciertas condiciones. Las mascarillas están lejos de haber desaparecido.

“Hoy en día, tenemos que seguir usando las máscaras en China. Volvimos al trabajo, pero con muchas condiciones de seguridad y salud”, dice Jacky Raimbault.

“Tenemos que tomar la temperatura de todos los empleados dos veces al día y transmitir esta temperatura a las autoridades locales. Todos los empleados deben llevar dos máscaras al día y debemos tener un stock de máscaras cinco días antes de la producción. Luego proveemos a los empleados productos para poder desinfectarse regularmente, desinfectamos las instalaciones dos veces al día. Es un fin de cuarentena gradual porque tienen mucho miedo de recaer debido a los pacientes asintomáticos”, recalca.

Los portadores silenciosos de neumonía viral están ahora incluidos en los registros oficiales chinos.
Estas personas, infectadas con el coronavirus sin mostrar síntomas, están siendo vigiladas atentamente por las autoridades que temen un repunte de la epidemia en China.

El país ha registrado 32 nuevos casos confirmados de coronavirus, pero no se han producido muertes adicionales. La epidemia ha causado un total de 81.740 casos y 3.331 muertes en China.