La justicia argentina condenó a cadena perpetua al ingeniero chileno Hernán Felipe Herrera, por el delito de femicidio de la joven Christelle Verónica Heredia, ocurrido en junio de 2024 en la ciudad de Córdoba.
La sentencia fue leída el pasado miércoles por el Tribunal Número 12ª del Crimen de Córdoba, ante la familia de la víctima.
De acuerdo al medio asociado Perfil, Herrera estaba acusado de cargos de homicidio agravado por el vínculo, violencia de género, amenazas y privación ilegítima de la libertad.
Asimismo, en el juicio estuvo presente María Teresa Alfaro, madre de la víctima, quien ofreció un testimonio ante los jueces. “Esto nos arruinó la familia. Nos destruyó. El papá de Christelle murió hace meses por esto”, expuso.
Junto con eso, reportan, la mujer lanzó varios epítetos en contra del hombre, indicando: “Te vas a pudrir, basura, asesino. Vos y tu familia, basura. Es una bestia sanguinaria, tiene que estar en su lugar. No es un loco, es un siniestro”.
Juicio al chileno Hernán Felipe Herrera
El juicio también expuso los antecedentes psiquiátricos del acusado, según declaró su madre, quien relató que desde los 16 años Herrera presentaba problemas de salud mental y había sido diagnosticado en Chile con trastorno bipolar, de ánimo y personalidad obsesiva.
Según la investigación, la relación de ocho meses entre la víctima y su agresor estuvo marcada por la violencia psicológica, económica y física, hasta que Herrera la asesinó con extrema brutalidad, apuñalándola y golpeándola antes de llamar al número 911 (emergencias en Argentina) para confesar el crimen.
Además, se supo que el condenado ya tenía antecedentes por violencia de género en Chile, con al menos dos denuncias previas por parte de exparejas, una de ellas con lesiones registradas en una causa judicial con carácter reservado.
Entre los testimonios más relevantes se destacó el de Cecilia Nahir Sigán, amiga cercana de Christelle, quien describió la relación como “controladora y manipuladora”. Relató que Herrera ejercía control sobre los gastos, los vínculos y la vestimenta de la víctima, además de mostrar celos obsesivos y conductas machistas.
“Estaba obsesionado con las parejas anteriores de ella, con la ropa que usaba, con lo que publicaba en redes. Le decía: ‘O sos mía o no sos de nadie’”, recordó.