Lula, quien asumió su tercer mandato el primero de enero, tras haber gobernado entre 2002 y 2010, desde su campaña dio señales de querer romper el aislamiento internacional impulsado por Bolsonaro. Para ello, comenzó reintegrando a Brasil a la Celac y volviendo a suscribir el pacto migratorio de la ONU, abandonados por su predecesor.

El flamante gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva anunció este jueves el regreso de Brasil a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de la que el país se apartó hace tres años por orden del entonces mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.

Este anuncio se suma al de ayer jueves, cuando Brasil volvió a adherir al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular consensuado en la ONU, del que se había retirado en 2019 también por decisión de Bolsonaro.

Ambos golpes de timón representan vuelcos significativos en la política exterior tras un mandato marcado por el aislamiento internacional.

Celac, para la integración regional

El gobierno comunicó a los países miembros de la organización internacional, “por los canales diplomáticos adecuados, la reincorporación de Brasil, de forma plena e inmediata, a todas las instancias del mecanismo, tanto las de carácter político como las de naturaleza técnica”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

El gigante latinoamericano suspendió su participación en la Celac en enero de 2020 porque, según la administración de Bolsonaro, duro crítico de la izquierda, el organismo “daba protagonismo a regímenes no democráticos como los de Venezuela, Cuba, Nicaragua”.

El bloque, que reúne a 33 países de Latinoamérica y el Caribe, sin Estados Unidos ni Canadá, fue creado en 2010, en los años dorados de la izquierda latinoamericana y con Lula como promotor, con el objetivo de promover el diálogo en la región.

Para la época en que Bolsonaro apartó a Brasil, la organización estaba prácticamente paralizada por la llegada de gobiernos conservadores a los países que lo integran.

Ahora, la región vive una nueva ola de presidentes izquierdistas en países como Argentina, Brasil, Colombia o Chile.

“El regreso de Brasil a la comunidad latinoamericana de Estados es un paso indispensable para la recomposición de nuestro patrimonio diplomático y para la plena reinserción del país en la comunidad internacional”, agregó la nota.

En su discurso de investidura en el Congreso, anunció un nuevo protagonismo brasileño en el mundo retomando “la integración sudamericana” y la reconstrucción del “diálogo elevado y activo con Estados Unidos, la Comunidad Europea y China”.

El mandatario izquierdista, de 77 años, participará en la cumbre de la Celac, que se celebrará el 24 de enero en Buenos Aires, a la que también está invitado el presidente estadounidense, Joe Biden.

La migración en el foco

En tanto, la decisión del Gobierno presidido ahora por el progresista Luiz Inácio Lula da Silva respecto del pacto migratorio fue anunciada en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, en la cual se informa de que el regreso de Brasil al pacto ya ha sido comunicado a la ONU y a las agencias internacionales volcadas a atender a los migrantes.

El abandono del pacto había sido una de las primeras decisiones en materia de política exterior adoptadas en enero de 2019 por Bolsonaro, líder de una ultraderecha que durante los últimos cuatro años mantuvo una línea de crítica permanente a lo que calificaba de “globalismo”.

El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular fue ratificado en 2018 en la Asamblea General de la ONU por un total de 152 países, entre los que Brasil figuró en su momento.

Lula, quien asumió la Presidencia el pasado 1 de enero después de ganar las elecciones de octubre pasado frente a Bolsonaro, ha dicho que la prioridad de su política exterior será el “regreso de Brasil al mundo” bajo la bandera del multilateralismo, que históricamente ha enarbolado la diplomacia brasileña.