La Policía de Brasilia encontró y desactivó este sábado un artefacto explosivo dentro de un camión cisterna en la vía de acceso del aeropuerto internacional de la capital brasileña. En otro operativo se incautaron armas y municiones. Todo esto a solo días de la ceremonia de investidura del presidente electo Lula da Silva.

La policía del Distrito Federal de Brasilia informó que desactivó un aparato explosivo que había sido introducido a un camión cisterna para el transporte de combustibles en la mañana de este sábado, a ocho días de la investidura del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

El pequeño artefacto artesanal, montado con barras de dinamita conectadas a un reloj, fue encontrado dentro del camión en la vía de acceso al aeropuerto internacional de la capital brasileña luego de que el conducto del vehículo alertara a las autoridades sobre la presencia de un paquete sospechoso.

El artefacto fue retirado del camión por agentes del escuadrón antibombas y desactivado en el mismo lugar, antes de ser entregado a la Policía Civil para que inicie la respectiva investigación.

Pese a que la Policía Militarizada de Brasilia no citó ninguna amenaza ni sospechas de un posible atentado para el 1 de enero, cuando Lula asumirá su tercer mandato como presidente de Brasil, el hecho fue comunicado al equipo de transición del líder progresista, que ya han manifestado sus temores por la seguridad durante la investidura.

Incautan armas y municiones

El futuro ministro de Justicia de Lula, Flávio Dino, afirmó en un mensaje en las redes sociales que fue comunicado y está siguiendo las “investigaciones sobre el supuesto artefacto explosivo encontrado en Brasilia”.

Luego, la policía civil concretó detenciones por la aparente conexión entre el artefacto explosivo encontrado y armas incautadas.

“Las fotos muestran el terrible efecto del extremismo en Brasil. Que todos oremos esta noche por la paz”, añadió Dino en otra publicación de Twitter.

Los temores sobre la seguridad obedecen a que grupos más radicales de seguidores del actual presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, se mantienen acampados frente al cuartel general del Ejército en Brasilia para pedirle a las Fuerzas Armadas un golpe de Estado que impida el regreso de Lula al poder.

Pese a que las manifestaciones de los grupos que desconocen la derrota de Bolsonaro en las elecciones han sido pacíficas, a mediados de mes un grupo más exaltado se dirigió hacia el centro de Brasilia, atacó la sede de la Policía Federal y depredó e incendió algunos automóviles.

Investidura de Lula da Silva

Durante la investidura, como es tradición en Brasil, el presidente desfilará en coche abierto por las principales calles de Brasilia para ser saludado por la población.

Al acto de posesión del líder y fundador del Partido de los Trabajadores han confirmado asistencia al menos 17 jefes de Estado o de Gobierno, entre los cuales el rey de España y los presidentes de Alemania, Portugal, Argentina y Uruguay.

Igualmente, se espera cerca de 300.000 personas para participar en el festival musical organizado para que la población salude a Lula y en el que ofrecerán conciertos cerca de 30 cantantes y grupos musicales.