Lula da Silva dijo que el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pone en duda el uso de urnas electrónicas porque busca una excusa para cuando pierda las elecciones presidenciales.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones presidenciales del 2 de octubre, afirmó este viernes que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, pone en duda la fiabilidad de las urnas electrónicas de Brasil debido a que necesita una disculpa para explicar su derrota.

“Lo que ocurre es que nuestro actual presidente, y en breve expresidente, sabe que va a perder y entonces está, más o menos como (Donald) Trump en Estados Unidos, consiguiendo una disculpa”, afirmó el dirigente del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en una rueda de prensa en la que fue interrogado sobre los insistentes ataques del líder ultraderechista al sistema electoral brasileño.

Lula hizo referencia a la demora del entonces presidente estadounidense Donald Trump en reconocer su derrota en las elecciones, que atribuyó a un fraude, lo que incitó a que sus seguidores se tomaran el Capitolio.

“Él ganó las elecciones (presidenciales de 2018 con el mismo sistema electoral) y ahora dice que no fue elegido en la primera vuelta porque lo robaron”, afirmó Lula al referirse a declaraciones en las que Bolsonaro pone en duda el resultado de los comicios de hace cuatro años y da a entender que el sistema electrónico de votación es susceptible a fraudes.

El jefe de Estado ha insistido en sembrar dudas sobre el sistema electoral desde que Lula comenzó a aparecer por delante en las encuestas de intención de voto y con una ventaja tan amplia que le puede garantizar su elección en la primera vuelta, para lo que necesita más de la mitad de los votos válidos.

Según los últimos sondeos, el exlíder sindical cuenta con cerca del 47 % de la intención de voto, muy por delante del 33 % que se le atribuye al ultraderechista, que llegaría al 50 % teniendo en cuenta tan solo los votos válidos (excluidos los nulos y blancos) por lo que podría definir la elección sin necesidad de segunda vuelta.

Algunos sectores de la oposición aseguran que, con sus ataques, Bolsonaro viene preparando el terreno para denunciar un supuesto fraude en las elecciones si es derrotado y, al negarse a reconocer el resultado, buscar apoyo para un posible golpe de Estado.

“Espero que nuestro adversario sea inteligente y que, cuando sea publicado el resultado, lo acepte y se vaya a su casa a pensar en lo que hará en el futuro”, afirmó Lula.

De acuerdo con el líder socialista, Bolsonaro tiene mucho de qué preocuparse en el futuro debido a que, un día después de que asuma la Presidencia, en caso de ser elegido, levantará el sigilo de 100 años que el actual jefe de Estado impuso a varios asuntos que le preocupan, como los gastos con su tarjeta de crédito corporativa o las irregularidades cometidas por sus hijos.

Lula aprovechó la breve rueda de prensa que concedió tras participar en un mitín en Ipatinga, ciudad del estado de Minas Gerais (sudeste), para manifestar su confianza en el sistema electoral que Bolsonaro tanto cuestiona.

“Si la Justicia electoral y la urna electrónica tuvieran la posibilidad de hacer lo que el presidente dice, creo que jamás un obrero habría sido elegido presidente de Brasil y jamás una exprisionera (política) como (su sucesora y aliada) Dilma Rousseff habría sido elegida”, dijo.

“Yo respeto la urna electrónica y la seriedad de nuestro sistema electoral, que debería ser modelo para el mundo. Hay países avanzados que solo conocen el resultado dos meses después de las elecciones mientras que la urna electrónica le permite a Brasil conocerlo en poco tiempo. La elección termina a las 17.00 hora local y a las 19.00 ya sabremos quién será el nuevo presidente”, dijo.

El expresidente dijo que el sistema no es infalible y que algunas urnas pueden fallar pero que, desde que Brasil lo adoptó hace casi tres décadas, hasta ahora no se conoce ninguna denuncia de fraude.

También criticó la insistencia de Bolsonaro en convertir a los militares en verificadores del sistema electoral.

“La Justicia, los partidos y el Congreso tienen mucha experiencia para cuidar las urnas. El papel de las Fuerzas Armadas no es cuidar de las urnas. Su papel está definido en la Constitución: ellos tienen que cuidar la soberanía, nuestras riquezas y nuestras fronteras, y no preocuparse con las urnas”, dijo.