Miles de transportistas bloquearon este jueves por unas ocho horas decenas de vías en Honduras en demanda de subsidios estatales por el aumento de los precios de los combustibles tras la invasión de Rusia a Ucrania.

En Tegucigalpa, los transportistas atravesaron buses y taxis en las salidas de la ciudad, además de otras rutas muy transitadas, provocando severos atascos. Muchos ciudadanos se vieron obligados a dejar los autos y caminar.

Jorge Lanza, portavoz del Consejo Nacional del Transporte (CNT), que aglutina a empresarios del rubro, dijo a medios locales que los transportistas están “exigiendo un subsidio” para compensar los altos precios de los combustibles.

Los bloqueos se extendieron en otros departamentos del país, según dirigentes y medios locales.

Aunque los dirigentes habían anunciado que el paro era por tiempo indefinido, las vías comenzaron a ser liberadas luego de un llamado público de la presidenta del país, la izquierdista Xiomara Castro, quien asumió en enero.

“Protestar es un derecho, parar las circulación en un acto ilegal penado por la Ley y representa un boicot a mi gobierno. No hay diálogo hasta que suspendan el paro”, advirtió Castro, al recordar que ya han rebajado entre 40 y 53 centavos de dólar los combustibles como medida paliativa ante el aumento de los precios.

Honduras registra precios récord en los combustibles: el galón (3,9 litros) de gasolina premium vale 4,94 dólares, el de regular, 4,61, y el de diésel, 4,49.

“Agradeciendo y tomando la palabra de la excelentísima presidenta de la República, Iris Xiomara Castro de Zelaya, de iniciar un diálogo efectivo para resolver la problemática (…) la dirigencia ha tomado la decisión de suspender por el día de hoy las protestas”, señalaron los transportistas en un comunicado.

Desde el gobierno anterior de Juan Orlando Hernández (2014-2022), los transportistas han presionado con bloqueos esporádicos para obtener subsidios, pero sus protestas eran desalojadas con el uso de gases lacrimógenos.

Castro por el contrario ha rechazado hasta el momento utilizar la fuerza contra los manifestantes.