El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a insistir este viernes en que los indígenas “cada vez” son “más iguales” que los blancos, al recibir la medalla al mérito indigenista.

Con un tocado de plumas con el que declaró sentirse “muy feliz”, reiteró en que “somos exactamente iguales”. “Todos vinimos a la tierra por la gracia de Dios. Cada vez somos más iguales”, sostuvo con una niña indígena en sus brazos, al recibir la Medalla del Mérito Indigenista, creada en 1972 por la dictadura que en la época gobernaba el país.

Bolsonaro defendió que “siempre” se ha buscado hacer sentir “como nosotros” a los indígenas y aseguró que ahora están más integrados en la sociedad brasileña, según recogió el portal de noticias G1.

La elección de Bolsonaro para recibir la medalla al mérito indigenista no sentó bien entre las entidades y asociaciones que representan a los pueblos indígenas.

Según el Ministerio de Justicia, que le otorgó esa condecoración al líder de la ultraderecha, se trata de un “reconocimiento a sus importantes servicios, de carácter altruista, relacionados con el bienestar, la protección y la defensa de las comunidades indígenas”.

El premio está reservado para personas que destacan por su trabajo de protección y promoción de los pueblos indígenas brasileños, pero Bolsonaro atesora críticas por sus actos en relación a estos ciudadanos.

El año pasado, la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) denunció a Bolsonaro ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por alentar la invasión de tierras indígenas por parte de mineros. En 2020, Bolsonaro recibió críticas por decir que “cada vez más, el indio es un ser humano igual que nosotros”.

Este mismo año, al sancionar los presupuestos para 2022, el presidente recortó los fondos destinados a la protección y promoción de los pueblos indígenas que habían sido previamente aprobados por el Congreso brasileño. Bolsonaro también está en contra de la demarcación de nuevas tierras indígenas y su Gobierno ha defendido la liberación de la minería en áreas ya demarcadas.

La minería en tierras indígenas

“Lo único que queremos es que ustedes hagan en sus tierras lo que nosotros hacemos en las nuestras”, porque “somos hermanos, somos amigos, y no somos diferentes”, apuntó en una clara referencia a un proyecto que impulsa su Gobierno para liberar la explotación de recursos minerales y forestales en las reservas indígenas.

La condecoración le fue impuesta en momentos en que el Gobierno presiona al Congreso para que acelere la discusión de ese proyecto, resistido por la enorme mayoría de los pueblos indígenas, que temen el impacto ecológico que acarrearía la liberación de actividades productivas que hoy están prohibidas por ley en sus reservas.

En las últimas semanas, Bolsonaro ha esgrimido, entre otros argumentos, que las tierras indígenas son ricas en potasio y otros minerales necesarios para producir fertilizantes, que comienzan a escasear por las sanciones económicas impuestas a Rusia tras su invasión a Ucrania.

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Bolsonaro asumió el poder en enero de 2019 y, desde entonces, como había prometido en su campaña, no ha reconocido “un milímetro” de nuevas tierras indígenas y alentado la minería artesanal, en su mayoría de carácter ilegal y que es origen de violentos conflictos e invasiones de las reservas.

Asimismo, ha reducido progresivamente los presupuestos para la protección de los pueblos indígenas, así como ha ocurrido con los relacionados al medioambiente y las zonas protegidas.

Frente a esas políticas, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), uno de los mayores grupos de representación de las etnias brasileñas, presentó el año pasado una acusación de genocidio contra el jefe de Estado ante el Tribunal Penal Internacional.