El gobierno boliviano desplegó este sábado un operativo de seguridad con policías y militares de cara a la crucial elección presidencial del domingo, mientras que dueños de comercios tapiaban sus tiendas temerosos ante posibles desmanes.

Policías y militares serán desplegados en las ciudades de La Paz y El Alto para garantizar la restricción vehicular a partir de las 00:00 horas locales según un decreto del viernes, pero también para evitar posibles enfrentamientos entre simpatizantes de los candidatos.

“Insto a las partes de la contienda electoral a que no metan actos de desorden o convocatorias a la violencia (…) porque últimamente hemos tenido muchos actos políticos (convocados) en caso de que ellos sean los perdedores”, dijo a la prensa viceministro de Interior, Javier Issa.

El domingo, cuando más de siete millones de electores acudan a las urnas para elegir un nuevo presidente, el tránsito de vehículos estará restringido a para quienes tengan permisos especiales para servicios de emergencia, autoridades y medios de prensa, mientras que el comercio estará cerrado.

En La Paz, decenas de supermercados, negocios y oficinas protegieron sus fachadas con paneles de lata o madera, constató la AFP. La inusual medida refleja el temor de la población ante posibles desmanes como ocurrió tras las anuladas elecciones de octubre de 2019, tras acusaciones de fraude, que ganó el entonces mandatario Evo Morales, quien dimitió en noviembre y se exilió en Argentina.

Entonces, se produjeron violentos disturbios y saqueos, así como enfrentamientos entre militantes de partidos y las fuerzas del orden, con un saldo de más de 30 muertos.

En la Plaza Murillo, donde están las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, el Gobierno colocó vallas de seguridad.

La elección se realiza en medio de la pandemia y de una fuerte polarización política. Los principales candidatos son el izquierdista Luis Arce, delfín de Morales, y el exmandatario centrista Carlos Mesa.

“Creo que la gente se está preparando ante ese momento de crisis que esperemos no sea muy largo”, dijo a la AFP Clara Quitalba, una empleada de 49 años que circulaba por El Alto, bastión del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales y aledaña a La Paz.

En los últimos días, se formaron largas colas en las estaciones de servicio y la población acudió masivamente a los supermercados para abastecerse.