La oposición reanudó este jueves el diálogo con el gobierno de Daniel Ortega con una clara división en sus filas, provocada por discrepancias sobre un acuerdo alcanzado la víspera con las autoridades sobre la excarcelación de “presos políticos” en Nicaragua.

Las conversaciones arrancaron con la presencia de la comitiva oficial, presidida por el canciller Denis Moncada y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), en el sur de la capital.

Pero a la cita no acudió el representante de los estudiantes en la mesa de diálogo, Max Jerez, luego que la coalición universitaria rechazara el miércoles que se retomaran las negociaciones
sin que el gobierno hiciera efectiva su promesa de liberar a los “presos políticos”.

“Los presos políticos son nuestro punto prioritario. El acuerdo dice que no pueden salir todos al mismo tiempo, tendrán que salir paulatinamente de acuerdo con un cronograma”, explicó el jefe de la delegación opositora, Carlos Tünnermann, al ingresar a la sede de la reunión.

El miércoles, las partes acordaron volver a la mesa de trabajo a cambio de excarcelar el viernes a “un núcleo apreciable” de personas apresadas por las protestas antigubernamentales del año pasado, de acuerdo con una declaración conjunta.

Sin embargo, los estudiantes anunciaron que no serán “partícipes de una negociación donde (solo) hay promesas”, aunque mantienen su adhesión a la Alianza.

El exvicecanciller José Pallais, miembro de la coalición opositora, admitió que “los estudiantes quieren ver hechos” y trató de disimular las fisuras al señalar que “la alianza se mantiene unida”.

Las pláticas reiniciaron con la presencia del nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, como testigo, y el enviado especial de la OEA, Luis Ángel Rosadilla, quien evalúa la eventual integración del organismo como garante de las negociaciones.

El diálogo se celebra en medio de creciente presión internacional sobre el gobierno de Ortega para que acceda a las demandas de liberación de presos y democratización.

Presión internacional

El principal asesor sobre Centroamérica en el Departamento de Estado, Todd Robinson, defendió este jueves adelantar las elecciones nicaragüenses, una de las peticiones de la oposición.

“Estamos instando al régimen de Ortega a que negocie de buena fe y tome medidas concretas ahora para restablecer la democracia cesando la represión, liberando a las personas detenidas arbitrariamente y acordando celebrar elecciones anticipadas, libres y justas”, dijo Robinson a periodistas.

En tanto, la Eurocámara urgió este jueves a la Unión Europea a “adoptar un proceso escalonado de sanciones” contra el gobierno de Ortega hasta que se restablezcan “los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

Por 322 votos a favor, 25 en contra y 39 abstenciones, los eurodiputados reclaman además a Managua “la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos, el cese inmediato de todas las formas de represión (…) y el retorno de las organizaciones internacionales al país”.

Movimientos de oposición integrados en la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) respaldaron la posición de los estudiantes, que lideraron las protestas iniciadas en abril pasado contra Ortega, cuya represión dejó al menos 325 muertos, más de 700 detenidos y unos 50.000 opositores exiliados.

“Seguimos apostando al diálogo, pero con la condición innegociable de ser precedida por la liberación de todos los presos (y) la restauración de los derechos fundamentales”,
expresó la UNAB en un comunicado.

“No se puede negociar con rehenes, ni con una pistola en cabeza”, coincidió el Movimiento de Renovación Sandinista, integrado por disidentes del gobernante Frente Sandinista.

A los reclamos se sumó el Comité Pro Libertad de Presos Políticos, que en una declaración se opuso a retomar las pláticas sin la “total liberación de presos”.