Un joven boliviano de 22 años falleció a causa de quemaduras infligidas por una turba que le acusó de hurtar un automóvil, mientras su compañero está grave en terapia intensiva, informó este jueves una fuente médica.

La multitud flageló y roció con alcohol a los dos varones para luego prenderles fuego el miércoles en el poblado de Entre Ríos, en el centro de Bolivia. Una joven que los acompañaba fue liberada por sus captores.

“Los policías intentaron apagar los cuerpos que se encontraban en llamas, pero no les dejaron”, relató un testigo no identificado, citado por el diario local Los Tiempos.

La víctima mortal, Edson Veizaga (22 años), murió en una carretera linchado por una turba de unas 700 personas, dijo el comandante regional de la Policía, coronel Alfonso Siles. Su amigo, Rodrigo Carvajal (20), quedó con quemaduras de tercer grado en un 80% de su cuerpo, según un parte médico.

Los linchamientos son frecuentes en Bolivia, pues las turbas consideran que hay una rápida liberación de presuntos delincuentes por parte de la justicia.

Según estimaciones oficiales, en el país vecino se registran un promedio de 30 linchamientos al año.