El presidente de Argentina, Mauricio Macri, afirmó el miércoles que el gobierno y los dirigentes políticos deben ponerse de acuerdo para reducir el déficit fiscal tras considerar superada una crisis a la que denominó “turbulencia cambiaria”.

“A la turbulencia cambiaria la consideramos superada, pero creo que es importante reconocer el momento de nerviosismo que vivió la población, hubo miedo, hubo angustia”, dijo Macri en una conferencia de prensa.

La tensión en los mercados cambiario y financiero se inició en marzo, cuando perdió Argentina el poder de endeudarse en los mercados financieros. Creció la inflación a casi 10% en cuatro meses, lo que disparó una crisis de confianza con ataques especulativos al peso y una devaluación acumulada de 20%, con caída de las reservas monetarias.

“El problema central es el déficit fiscal. Tenemos que reducirlo. No podemos gastar más de lo que tenemos y dependiendo de que el mundo nos preste dinero para poder financiarlo”, aseveró.

Al respecto, convocó a los argentinos y a los dirigentes de los partidos políticos, a aceptar una reducción del déficit fiscal, cuyo nivel primario, antes de los pagos de la deuda, llegó a 3,9% del Producto Interior Bruto en 2017.

La crisis ha empujado a Macri a reclamarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) un salvavidas financiero que sería un crédito stand by de alto acceso, como admitió el organismo. Aún no se han dado cifras de la ayuda.

“No nos tiene que incomodar el FMI. Es una institución seria. Vamos a hacer un acuerdo inteligente para consolidar el crecimiento”, indicó Macri, al final de una jornada en la que miles de personas marcharon por calles céntricas en contra de los fuertes aumentos de tarifas y del acuerdo que se negocia con la entidad multilateral.

Consultado sobre los ‘tarifazos’ con alzas de 26% a 57% en los servicios públicos dijo que están confirmados, a pesar de que el Congreso, donde el oficialismo perdió aliados, está votando en estas semanas retrotraer los valores a noviembre de 2017.

“Sería yo el primero en tomar una alternativa al aumento de las tarifas ¿Cuál es la alegría que pudiera yo tener en aumentarlas?”, se disculpó.

Le preguntaron si se hacía alguna autocrítica y respondió que tal vez se puso “metas ambiciosas, sin hacer un diagnóstico (de la economía) suficientemente duro”.