Una comunidad de sacerdotes franciscanos -en Cochabamba, Bolivia- ha llamado la atención de la prensa, programas de televisión y redes sociales. ¿La razón?: decidieron adoptar un perro abandonado y “convertirlo” en fraile, para que así fuera uno más de ellos.
Para lo anterior, los religiosos le confeccionaron al can una túnica igual a la que ocupan ellos. Explicaron que el objetivo de esto es concientizar a la gente sobre la adopción de mascotas.
El perro, de raza schnauzer, fue bautizado como “Fray Carmelo” y también como “Fray Bigotón”. Fue rescatado por la comunidad franciscana mediante el proyecto “Narices frías”, liderado por una organización encargada de encontrarle hogar a animales abandonados.
“Si todas las iglesias de nuestro país adoptasen tan solo un perrito y lo cuidasen como a Fray Bigotón, estamos seguros que los feligreses seguirían su ejemplo”, explicaron a través de Facebook.
La congregación franciscana, a la que pertenecen los religiosos que adoptaron a “Fray Carmelo”, es devota de San Francisco de Asís, el patrono de los animales y el medioambiente.
