La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, calificó este martes al gobierno venezolano de “dictadura” y denunció un “recrudecimiento de la represión” contra opositores en ese país previo a una gran marcha el jueves contra el presidente Nicolás Maduro.
A dos días de la manifestación que los opositores llaman la “Toma de Caracas”, y en la que reclamarán en las calles la aceleración de un proceso de referendo para revocar a Maduro, el mandatario acusó a la oposición de planear un golpe de Estado y advirtió que mandaría a prisión a sus dirigentes si incitan a hechos de violencia este jueves.
Según el secretario general de la OEA, Luis Almagro, esos hechos “forman parte de una acción sistémica apoyada en mecanismos de represión del Estado que violan” las libertades de los venezolanos.
“Contradice completamente los principios y valores democráticos y definen al gobierno de Venezuela como una dictadura”, señaló Almagro, que llamó al gobierno venezolano a permitir la manifestación “en el más amplio marco de libertad”.
La tensión aumenta en Venezuela en vísperas de la manifestación opositora: el gobierno anunció que deportará a un equipo de la cadena catarí Al Jazeera y encapuchados lanzaron bombas incendiarias y excrementos contra el diario El Nacional en Caracas.
Las detenciones de dirigentes opositores “demuestran el recrudecimiento de la represión y de las violaciones de derechos humanos”, indicó el comunicado de la Secretaria General de la OEA.
Esos “intentos de intimidación de la población” son “propios de los más connotados regímenes autoritarios a lo largo de la historia”, añadió.
“Se pretende criminalizar la protesta, se amenaza con inhabilitar a partidos políticos, y se criminaliza la actuación de diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral, opositor) y activistas de la sociedad civil“, afirmó la Secretaría General.
El comunicado eleva aún más la presión de la jefatura de la OEA sobre el gobierno venezolano, luego de que Almagro declarara la semana pasada el “lamentable final de la democracia” en el país suramericano.