En el lugar han trabajado con cinco retroexcavadoras que en paralelo hacían un túnel en vertical. Aunque, actualmente, ya se dio por finalizado y ahora empezaron a cavar de forma horizontal, con el fin de llegar al menor.
Rayan es el nombre del menor de 5 años que cayó al pozo de 32 metros de profundidad, en la localidad de Ighran, en el norte de Marruecos. El pequeño lleva tres días atrapado y es el mismo tiempo que han estado trabajando para poder rescatarlo.
Si bien el niño tuvo una caída considerable, una cámara que metieron al pozo muestra que tiene heridas leves en la cabeza y se encuentra vivo y consciente.
Según detallan los medios locales, los encargados del rescate han bajado una máscara de oxígeno, comida y agua.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Espeleología y Actividades de Montaña de Chefchaouen, Mohamed Yassin al Quahabi, detalló a la BBC que el poco espacio que hay ha impedido sacar a Rayan.
“El problema de este rescate es que el diámetro del pozo es muy, muy pequeño, de unos 25 cm. A una profundidad de 28 metros se hace más pequeño, por lo que no pudimos alcanzarlo”, explicó.
Su padre le dijo a la cadena de televisión Al-Aoula, que las autoridades le habían enviado comida y agua a su hijo y que luego él lo vio bebiendo un poco de agua.
“Se estaba moviendo y bebió un poco de agua. Creo que estará bien, que Dios lo ayude”, consigna CNN.
En el lugar han trabajado con cinco retroexcavadoras que en paralelo hacían un túnel en vertical. Aunque, actualmente, ya se dio por finalizado y ahora empezaron a cavar de forma horizontal, con el fin de llegar al menor.
No obstante, los rescatistas tienen el temor de que algún movimiento de forma involuntaria provoque un accidente que lastime a Rayan.
Miembro del comité de seguimiento y vigilancia del rescate, Abdelhadi Tamrani, la operación es muy dificultosa y “el riesgo de derrumbe está todo el rato presente, no solo sobre el niño, sino también sobre los miembros del equipo de rescate”, aportó EFE.
