Fueron diversos los ataque aéreos y bombardeos que lanzó el gobierno etíope durante la jornada de este este lunes a la región rebelde de Tigray, lo que terminó con la muerte de al menos tres personas. El gobierno del país africano negó rotundamente los hechos.

Etiopía lanzó este lunes ataques aéreos contra la capital de la región rebelde de Tigray, que se saldó con la muerte de al menos tres personas, según fuentes humanitarias y diplomáticas, aunque el Gobierno negó esta información al calificarla como “mentira total”.

Esta ofensiva marca el primer bombardeo conocido de la capital de Tigré desde el inicio del conflicto en esta región del norte hace casi un año.

Las fuerzas federales tomaron rápidamente el control de la mayor parte de la región, incluida Mekele, el 28 de noviembre.

El TPLF se apoderó de la mayor parte de Tigray y continuó su ofensiva en las regiones vecinas de Amhara y Afar.

Un responsable del Hospital Ayder, el principal centro de salud de la ciudad, Hayelom Kebede, informó de “tres muertos”, según una evaluación inicial y la afluencia de “muchas víctimas”.

Desde hace dos semanas, las fuentes señalan indicios de una ofensiva en Addis Abeba, que podría constituir una nueva fase en este conflicto que ha sumido a cientos de miles de personas en la hambruna, según la ONU.

“Ataque aéreo ahora en Mekele”, dijo a la AFP por mensaje de texto un responsable humanitario que no quiso revelar su identidad.

El ataque tuvo lugar en la mañana en la periferia de la ciudad, cerca de una fábrica de cemento, informaron estas fuentes.

Desde el inicio del conflicto, se han informado de ataques aéreos en el área pero, no dentro de Mekele.

Getachew Reda, portavoz del TPLF, afirmó en Twitter que las fuerzas federales habían tenido como objetivo “civiles en el interior y el exterior de Mekele”.

“El lunes hay mercado en Mekele y la intencionalidad está clara”, escribió.

Contactado por AFP, un responsable de comunicación del Gobierno desmintió estas informaciones.

“No hay razón ni plan para atacar a civiles en Mekele, que es parte de Etiopía, y donde viven nuestros propios ciudadanos. Es una mentira total”, afirmó Legesse Tulu, director del Servicio de Comunicación del Ejecutivo.

“Romper el asedio” en Tigray

Estas informaciones no pudieron ser verificadas de forma independiente en lo inmediato, mientras que funcionarios etíopes no pudieron ser contactados inmediatamente para dar más precisiones.

En septiembre, el Gobierno afirmó que los rebeldes habían sufrido “grandes pérdidas” y habían sido “derrotados” en la región de Afar.

Por su parte, el TPLF afirmó simplemente haber retirado tropas de la región para reubicarlas en otros frentes, incluido el Amhara.

Los combates se reanudaron la semana pasada en Afar y el TPLF parecía estar avanzando este lunes hacia la ciudad de Dessie en Amhara, donde decenas de miles se han refugiado desde julio.

Un residente de Dessie contó a la AFP que la ciudad había sido “inundada” por personas desplazadas de Wuchale, una ciudad más al norte.

Durante el fin de semana, Getachew aseguró que las fuerzas rebeldes habían capturado Wuchale y las áreas circundantes, y reiteró que marcharían a Addis Abeba si fuera necesario.

“Si esto es lo que hay que hacer para romper el cerco de Tigray, ¿por qué no?”, dijo en un mensaje de texto.

Hasta ahora, el gobierno etíope y las fuerzas militares apenas han hecho comentarios sobre la reciente escalada de los combates.

Sin embargo, un oficial militar de Amhara negó el lunes a AFP que Wuchale esté bajo el control de TPLF.

La guerra ha tensado las relaciones entre Etiopía y sus socios occidentales, especialmente Estados Unidos, un aliado histórico.

La semana pasada, Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido pidieron a los implicados que “detengan inmediatamente los abusos y comiencen las negociaciones para un alto el fuego”.