El grupo exige al gobierno congoleño que investigue y aclare las responsabilidades del ataque.

Luego de que las autoridades congoleñas acusaran a los rebeldes de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) de la muerte del embajador italiano Luca Attanasio, los rebeldes hutus ruandeses se defendieron, acusando a los ejércitos congoleño y ruandés de ser responsables del ataque que le costó la vida al diplomático.

Ayer, el ministro congoleño del Interior, Aristide Bulakali Mululunganya, culpó en un comunicado a este grupo armado del ataque mortal perpetrado contra dos vehículos del Programa Mundial de Alimentos (PMU) en Kibumba, a 25 kilómetros al noreste de Goma, provincia de Kivu del Norte y zona fronteriza con Ruanda.

“El convoy del embajador fue atacado en una zona denominada de las ‘tres antenas’ cerca de Goma, en la frontera con Ruanda, no lejos de una posición de las FARDC (Fuerzas Armadas de la RDC) y militares ruandeses de las Fuerzas de Defensa ruandesa”, afirma el comunicado de las FDLR.

Y agrega, “la responsabilidad de este vil asesinato debe buscarse en las filas de esos dos ejércitos y de sus patrocinadores que acordaron una alianza contra natura para perpetuar el saqueo del este de RDC”.

Los rebeldes hutus ruandeses “exigen a las autoridades congoleñas y la MONUSCO (la misión de la ONU en RDC) esclarecer las responsabilidades de este vil asesinato en lugar de recurrir a acusaciones precipitadas”, dicen.

En el ataque también resultaron muertos el guardaespalda italiano Vittorio Lacovacci y el chofer congoleño del Programa Mundial de Alimentos (PMA) Mustapha Milambo, en un ataque calificado de “terrorista” por el presidente de RDC Félix Tshisekedi.

Según un informe publicado ayer por la herramienta de seguimiento Kivu Security tracker, un total de 122 grupos armados permanecen activos en el este del Congo, repartidos entre las provincias Kivu del Norte, Kivu del Sur, Ituri y Tanganica.

Attanasio, de 43 años, casado y con tres hijas, se había convertido en septiembre de 2017 en jefe de misión en Kinshasa, donde estaba realizando numerosos proyectos humanitarios.