Pacto de Sangre dejó de lado los macabros detalles de un asesinato, para mostrar otra cruda realidad que se vive en el mundo: la violencia de género.
En una escena que impactó a la audiencia, la teleserie mostró este lunes una violenta pelea entre Marco (Néstor Cantillana) y Josefa (Loreno Aravena).
La discusión comenzó cuando el hombre, un poco ebrio, cuestionó a su esposa embarazada por querer volver a trabajar como profesora, lo que derivó en un ataque de celos del empresario.
Según él ella le estaría siendo infiel con su amigo Gabriel (Pablo Macaya), idea que desató su furia y lo hizo perder el control hasta llegar a golpearla.
Tras recibir una fuerte cachetada, Josefa arranca aterrada de la habitación y se encierra en su estudio, mientras el hombre sigue golpeando la puerta para que ella abra.
En un momento, Marco se da cuenta de lo que estaba ocurriendo y cambia el tono. Varias horas después, Josefa sale de la habitación y él le pide perdón.
“Perdón, me descontrolé, me desubiqué. Me tomé un trago demás. No había comido nada, tenía la guata vacía (…) No me tengas miedo, yo sé que tú nunca me harías nada malo, nunca me engañarías. Dime qué quieres que haga. Yo te amo”, le dijo, pero la mujer decidió irse del lugar.
La escena representa fielmente lo que viven miles de personas en el mundo, donde una parte de la pareja cree tener la autoridad de controlar al otro. Además tras los golpes, suelen mostrarse arrepentidos de sus acciones.
Silvia Congost, psicóloga especializada en el tratamiento de la dependencia emocional y autora del libro ‘Cuando amar demasiado es depender’, señala al diario español ABC que “cualquier persona, bien sea hombre o mujer, que esté en una relación en la que su pareja le insulta, le falta el respeto, la denigra, o la humilla, es una persona que sufre maltrato psicológico”.
La experta explica que muchas veces los afectados ni siquiera se dan cuenta de que son víctimas de esta situación, especialmente cuando existe dependencia emocional. “En esos casos, la persona afectada acostumbra a ser la última en darse cuenta y la más sorprendida al verlo en general, ya durante el proceso terapéutico en el que se analizan los detalles de su relación”, indica.
