El debut del nuevo ciclo de Nadie está libre impactó a los televidentes con la historia de tres jovenes madres irresponsables, que prefieren pasarlo bien antes de cuidar a sus hijos.

A petición de sus padres, las mujeres fueron ingresadas a una cárcel femenina donde pasaron un día junto a un grupo de reclusas quienes las hicieron vivir en pleno el mundo penitenciario.

Durante la jornada tuvieron que limpiar los baños y algunas salas comunes, además de soportar las burlas y gritos del resto de las presas. Pero al mismo tiempo, conocieron la realidad de mujeres que no han podido ver sus hijos desde hacía años.

Por su parte, las madres de las protagonistas se enteraron de cosas que no conocían como que una de ellas consumía cocaína y que otra había participado en el atropello de una persona al viajar en un auto con amigos que iban borrachos.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando las jovenes conocieron el sector donde se encuentran las reclusas embarazadas y con niños.

Tras pasar por la cárcel, las jovenes se sometieron a una terapia familiar en el Centro de terapia del comportamiento, donde las ayudaron a cambiar su forma de ver la vida. Según sus madres, su cambio ha sido notorio y se ha sostenido en el tiempo. 

Entre las 23:27 y la 00:28 horas, “Nadie está libre” promedió 13,0 puntos con varios peak de 16. En su mismo horario, TVN obtuvo 9,8 unidades, Mega 17,7 y CHV marcó 8,3.

Las redes sociales se sorprendieron e impactaron con las historias desatando un debate que convirtió en tendencia el hashtag #nadieestalibre.