El exfutbolista perdió a su esposa de un cáncer al estómago, y pocos años después él fue diagnosticado con leucemia.

El cáncer ha marcado la vida del ídolo de la Copa Libertadores de 1991, Lizardo “Chano” Garrido. Primero perdió a su esposa producto de esta enfermedad y actualmente él está luchando contra una leucemia.

Fueron lesiones en la piel la primera señal de alerta que tuvo el futbolista. “A mí me salió un herpes, se me manifestó con unas rayas rojas en el estómago, espalda y brazo izquierdo. Eso en la noche me quemaba”, contó a Martín Cárcamo en el programa De tú a tú.

Tras una serie de exámenes, el diagnóstico era claro: leucemia. “Cuando me dijeron cáncer a la sangre, ahí me desmoroné y me caí”, reconoció.

Síntomas de la leucemia

De acuerdo a la clínica Mayo, los síntomas de la leucemia varían según su tipo, pero hay algunos que se repiten.

– Fiebre o escalofríos
– Fatiga persistente, debilidad
– Infecciones frecuentes o graves
– Pérdida de peso sin intentarlo
– Ganglios linfáticos inflamados, agrandamiento del hígado o del bazo
– Sangrado y formación de hematomas con facilidad
– Sangrados nasales recurrentes
– Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia)
– Hiperhidrosis, sobre todo por la noche
– Dolor o sensibilidad en los huesos

La idea de pasar por lo que había vivido su esposa, no era algo que quería considerar, así que habló con sus hijos. “Les dije ‘Tengo leucemia y no quiero más guerra, no me quedo acá (en el hospital)’”, recordó.

“Les dije que iba a hablar con el doctor para que me mandara para la casa con algo paliativo. No me daba el cuero para estar acá nuevamente, otra vez toda la historia de Myriam en la clínica. Les dije a mis hijos que yo no me quería tratar, no quería sufrir. Ellos me dijeron ‘Si tú quieres esto, te lo respetamos’”, confesó.

No obstante, la vida y el cariño de sus cercanos y seguidores, lo hizo cambiar de opinión. “No dimensionaba lo querido que era. Me llegaban 600, 700 WhatsApps diarios, mensajes de todo el país. Hasta el día de hoy no puedo creer el amor de todos”, dijo.

Fue así como un tratamiento de células madre en un trasplante de médula donada por su propia hija María José, se convirtió en la esperanza de “Chano” Garrido pa vencer el cáncer. “Ella me prolongó la vida… yo le dije al doctor que si esto le iba a hacer daño a ella o a su hija a la que le estaba dando pecho, no lo hiciéramos”.

Hoy se encuentra con la enfermedad bajo control, pero con efectos como “tiritón por los temblores” y tomando “12 pastillas”.

“Ahora estoy súper controlado, con médico, con quimio en pastillas, todos los días. Me siento mejor, aunque hay días en que no me puedo levantar y no tengo ganas de nada. No tengo células cancerígenas en mi médula, pero esto me tiene súper invalidado”, añadió.

“Yo creo que di la lucha, di la batalla por mi familia, mis amigos, por los mensajes que me daba la gente. Hay que tener aguante para soportar estas cosas que me han pasado”, sostuvo.

Lizardo “Chano” Garrido y la marca del cáncer en su vida

Toda su enfermedad lo hizo revivir los días que vivió junto a Myriam, su esposa y el gran pilar de su vida, quien falleció precisamente de cáncer.

“Fui un poco cobarde, porque la vio un oncólogo y yo debería haberle preguntado la gravedad de esto. Pero yo no quería que me dijeran, porque olfateaba que venía mal la cosa. Y me dicen que tiene un cáncer al pulmón”, contó.

“Cuando le cortaron el pelo ahí fue muy difícil, muy fuerte, para ella fue brutal. Y ahí empezó todo este martirio”, reconoció.

Myriam falleció finalmente en 2018 y las consecuencias para él mismo fueron inmediatas. “A los 18 o 20 días empecé a sentir una angustia fuerte y un dolor en el pecho. Mi hijo asustado me decía que fuera a la clínica. Partí, llegué justo y me dio un infarto. Estuve 10 días en la clínica. Creo absolutamente que fue de pena, yo lloraba todos los santos días. Después del infarto seguí igual”, reveló el futbolista.