La modelo chilena Dominique Lattimore y el equipo jurídico del estudio Problemas.cl, interpondrán este lunes una querella por delito de secuestro en contra de los productores del reality Doble Tentación, César Marcelo Carreño e Ignacio Corvalán.

La querella también va contra todo aquel que resulte responsable, en calidad de autores, cómplices o encubridores del delito y otros ilícitos penales que sean finalmente acreditados producto de la investigación.

Recordemos que en 2017 Lattimore participó de dicho reality, donde aseguró que fue víctima de violencia verbal y física por parte de algunos participantes como la venezolana Oriana Marzoli y de la peruana Angie Jibaja.

Sin embargo, el delito de secuestro se habría dado luego que decidiera anunciar su renuncia al espacio en un “Cara a Cara”, conducido por Patricia Maldonado.

“Los hechos constitutivos de delito que motivan esta acción se enmarcan cronológicamente en el mes de marzo de 2017, en un momento en que era víctima de constantes episodios de violencia física y psicológica por parte de otros participantes, quienes no escatimaron en insultarme, incluso, en términos derechamente racistas, lo cual no debiera extrañarnos, en atención al nivel académico y cultural de los participantes que realizaron estas acciones”, aseguró la modelo en la querella a la que BioBioChile tuvo acceso.

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“El asedio me generó un cuadro importante de estrés y ansiedad, el cual, unido a la vulnerabilidad por defecto que genera la sobreexposición propia de los programas de telerrealidad, me llevó a la decisión de renunciar al programa, determinación inicialmente apoyada por algunos criteriosos y empáticos participantes, quienes se manifestarían en mi favor en una actividad denominada Cara a cara, en que cada participante tiene la oportunidad de expresarse”, continuó.

Según la modelo, dicho segmento fue “sumamente editado para suavizar mi intervención y normalizar el momento, exhibiendo ante la audiencia un momento que muy poco tiene de realidad, mediante la edición del evento”.

“Maldonado, al notar que algunos participantes efectuarían un pronunciamiento en mi favor, no tuvo problema en detener dicha manifestación, informado que cualquier acción en ese sentido simplemente no sería emitida. Es ante la impotencia que genera la actitud de la presentadora Maldonado que decido utilizar mi intervención para informar mi renuncia inmediata al programa, exponiendo mi descontento públicamente y para ante la producción, personificada inicialmente en el querellado Carreño y luego Corvalán”, añadió.

En el Capítulo 104 del reality, se muestra cómo Lattimore sale del “programa abriendo el portón, finalizando mi intervención en ese momento. Pues bien, es en ese momento en que comienza la gestación de los hechos constitutivos de delito”.

El delito

La modelo relata que al salir del encierro se encuentra con una productora que le ordena que espere a Carreño. “En su rol de productor, al llegar, de forma agresiva me reclama por mis acciones, las cuales, en su experta opinión, habían arruinado el capítulo, llevándome a un container que tenía una silla y una mesa”, recordó.

“En ese contexto, sin tener muy clara hasta ese momento la finalidad de dejarme en ese lugar por parte del querellado, reitero mi voluntad inequívoca de retirarme del programa, para lo cual solicito se me entregue mi teléfono personal (…) para contactar a mi productor, y le solicito que se comunique con personal de Carabineros de Chile, pues quería denunciar la situación”, sentenció.

“Resumiendo: hasta ese momento, solo buscaba denunciar los maltratos derivados de otros participantes. El querellado Carreño se niega de modo totalmente injustificado a restituirme mis pertenencias, no obstante permitió que se generara una denuncia, la cual versa estrictamente sobre las situaciones de violencia que sufrí por parte de otros participantes”, dijo.

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Tras ello, Carreño le informa de la imposibilidad de aceptar en ese momento su renuncia, “pero también imposibilitando mi acceso a las locaciones en que se desarrollaba el programa”.

El hombre le habría asegurado que tenían que esperar a Corvalán, “impidiéndome, en definitiva, poder salir de un container solo provisto de una mesa y una silla; manteniéndome en aquel lugar totalmente contra mi voluntad, sin atribución o facultad alguna para ello”.

La angustia comenzó a apoderarse de Dominique. Para tranquilizarla llega otra productora que le proporciona un ansiolítico. “Me suministra un medicamento que, según su relato, se trataba de Clonazepam, medicamento ansiolítico y anticonvulsionante, que solo debe ser usado por indicación y bajo supervisión médica, y que debe ser prescrito bajo receta médica, sin que médico alguno me haya revisado en ese momento, y sin que nadie constatara que adoleciera de alguna contraindicación que me pudiera generar los efectos adversos del consumo de la sustancia”, dijo.

“En ese contexto, ya habiendo pasado más de un día, y, manteniéndose firme la decisión de impedirme salir del lugar, se contacta conmigo una psicóloga, quien solo me insta a tranquilizarme y, sin haber realizado diagnóstico alguno, me vuelve a entregar una pastilla que me tranquilizaría, de hecho, en atención a su presunta calidad de psicóloga, entendemos que no puede recetar ningún medicamento”, recordó.

Según el relato de Dominique, cuando por fin llega Corvalán al lugar, “sin ningún tipo de consideración hacia mi situación, solo llega a amenazarme y decirme que, si me iba del programa, no me pagarían nada por haber estado tres meses participando del programa de telerrealidad, junto con tener que pagar una multa al canal Mega por, supuestamente, incumplir el contrato”.

El productor, según ella, le ofrece reintegrarse a la competencia “a cambio de participar en la siguiente competencia de eliminación y generar artificialmente las condiciones para que fuera eliminada conforme a las reglas; lo cual acepto, pues era la única forma de poder salir permanentemente del container en el que llevaba más de 24 horas”.

Y así fue cómo se dio la salida de la modelo del programa. “El resultado de la competencia en que se define mi salida del programa conforme a las reglas del programa de telerrealidad fue ordenado previamente por el querellado Corvalán, a fin de otorgar un pequeño tinte de normalidad a mi salida del programa”, afirmó.

Tras su eliminación, nadie se volvió a contactar con ella y Lattimore desarrolló un cuadro de depresión aguda y trastornos de ansiedad certificados clínicamente. “Así, la suma de contribuciones individuales tendientes a un resultado permite perfectamente imputarles responsabilidad tanto al querellado Carreño, al querellado Corvalán y a todos quienes resulten responsables, por tener todos influencia en la comisión de las acciones constitutivas de delito”, asegura el documento.

La querella busca que se investigue el caso y que Mega entregue copias íntegras de todo lo grabado a propósito de los Capítulos 104, 105 y 106. Pretende también llamar a declarar a Karol Lucero, Karla Constant y Patricia Maldonado, todos animadores y panelistas del programa.