La productora fue demandada por la familia de un periodista que escribió "Top Guns", artículo en el que se inspira la primera cinta.

La nueva película de Tom Cruise, Top Gun, celebró durante su primer fin de semana el éxito en taquilla de la producción. Sin embargo, su productora Paramount se encuentra frente a nuevos problemas tras ser demandados.

La distribuidora de cine recibió una demanda por parte de la familia del periodista israelí Ehud Yonay, autor del artículo que inspiró a la película de 1986.

En específico, Yonay escribió un artículo en 1983 sobre pilotos de combate en la marina. Entonces, Paramount se interesó en llevar la noticia a la pantalla grande e hizo negocios con el comunicador.

Sin embargo, este lunes se supo que el estudio no cumple los derechos de propiedad intelectual para la secuela de la historia, Top Gun: Maverick, dirigida por Joseph Kosinski y con Tom Cruise como protagonista nuevamente.

Según consignó El País, la familia de Yonay envió una carta a la empresa internacional el 11 de mayo, dos semanas antes del estreno, donde apuntaron los problemas ante los derechos de autor. De todas formas, no recibieron respuestas.

“Deliberadamente, desde el estudio ignoraron que los derechos intelectuales sobre el artículo nos habían sido devueltos el 24 de enero de 2020″, acusaron.

“La familia tiene derecho a recuperar los daños de Paramount en forma de ingresos, ganancias, beneficios que obtenga el estudio de sus injustos actos”, estima la demanda.

La historia de Top Gun

Yonay publicó un artículo llamado Top Guns en la edición de mayo de 1983 de la revista California. Entonces, el periodista relató la historia de un piloto llamado Yogui y su oficial de comunicaciones, Possum.

Dicho material fue compartido en 2017 por The Aviaton Geek Club, donde muestran cómo Yonay retrata al equipo haciendo sus vuelos y algunas de sus misiones, como cuando se unieron a algunos aviones de ataque que escoltaron sobre territorio enemigo en una misión de bombardeo.

Según consignó TMZ, Paramount aseguró que al momento de grabar la segunda parte todavía tenían el período de propiedad exclusiva de 35 años, luego de que la familia apuntara a que la cinta acabó de grabarse en 2021.