Amor en obras es la nueva apuesta de Netflix, una comedia romántica que cuenta la historia de Gabriela, una arquitecta que queda soltera y cesante la misma semana, quien se embarca a Nueva Zelanda tras ganar un falso concurso, lugar donde por supuesto, se enamora. A pesar de su atractiva premisa, la película ha cosechado críticas positivas y negativas, dividiendo a los espectadores.

La comedia romántica se convirtió en una de las grandes apuestas de Netflix. De hecho, la plataforma de streaming ha sacado varias cintas de este tipo con bastante éxito, no así buenos comentarios.

Hace algunas semanas, volvió a apostar por el romance y lanzó Falling Inn Love (Amor en obras), una cinta con una historia bastante simple, que ha despertado amor y odio en las redes sociales.

La película cuenta la historia de Gabriela (Christina Milian), una talentosa arquitecta que vive en San Francisco (EE.UU.) y que se queda sin trabajo y novio en la misma semana.

En medio de su crisis, la joven gana un falso concurso en la web, gracias al cual se convierte en la propietaria de un hostal en ruinas en medio del campo neozelandés. En búsqueda de nuevas aventuras, decide ir para renovar el inmueble y luego venderlo, sin embargo, termina enamorándose del lugar y su gente.

Netflix
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En medio de la reconstrucción del lugar conoce a Jake (Adam Damos), un viudo y constructor quien la ayuda con las renovaciones.

El filme dirigido por Roger Kumble, utiliza todos los cliché habidos y por haber, y además tiene tomas muy similares a las de Año Bisiesto de Amy Adams y The Holiday con Cameron Díaz y Kate Winslet.

Como casi todas las películas románticas, la cinta tiene tibias críticas de parte de los especialistas y algunas bastante crueles. “Lo más inteligente de Falling Inn Love es su título, e incluso en ese frente le doy demasiado crédito”, es parte de la crítica del portal Cultured Vultures.

“Incluso los animales caprichosos no pueden salvar este proyecto, porque nada puede quitarle el hecho de que Falling Inn Love es basura. Basura suavemente iluminada, bellamente fotografiada, maravillosamente escénica”, escribieron en tanto en New Zealand Herald.

Por su parte, el New York Times, aseguró que “cumple su promesa con calidez, pero sin la menor pretensión de sofisticación”.

La reacción en redes no fue muy diferente, aunque muchos coincidieron en que no podían dejar de verla.

Este fenómeno ya se ha convertido en un clásico para Netflix y ha ocurrido con otras producciones como Un príncipe de Navidad y A todos los chicos de los que me enamoré, las cuales se transformaron en una trilogía gracias al éxito que tuvieron.

Falling Inn Love ya se encuentra disponible en Netflix.