El cine de temática LGBTI existe hace varias décadas, pero nunca se ha desarrollado de manera tan tranversal como en los últimos 20 años.
Y es que se debe considerar que el tratamiento de la homosexualidad en el cine ha tenido una evolución significativa que pasó de retratar a los homosexuales como prostitutos, asesinos seriales, abusadores de menores o incluso perturbados mentales, a personajes con características más realistas y en escenarios comunes y corrientes. Eso sin agregar que por lo general todos lucían ‘afeminados’ y parecían estar interesados solo en el sexo.
Mención aparte, es el movimiento cinematográfico denominado ‘new queer cinema’, surgido en Estados Unidos a principios de los años 90. En ese entonces, sólo algunos directores como James Ivory con Maurice (1987), Ang Lee con El banquete de boda (1993) o la aclamada Philadelphia (1993) de Jonathan Demme, se atrevieron a desafiar a las películas que mostraban una imagen poco real de la homosexualidad.
No obstante, no fue hasta el 2005 que, precisamente a manos de Ang Lee, llegó a la pantalla grande una de las películas con mayor repercusión en la comunidad gay: Secreto en la montaña (2005). Si bien no a todos les puede gustar la historia en sí de la novela en que está basada, lo cierto es que consiguió llegar a un público tranversal al presentar a dos hombres homosexuales y de aspecto masculino, y que estuvieron unidos por décadas debido al amor que sentían el uno por el otro pero que no pudieron expresar ni vivir libremente debido al miedo y el rechazo social.
Ese filme logró un amplio reconocimiento en cuanto a festivales de cine, y se llevó tres premios Oscar de las ocho nominaciones que recibió aquel año. Una década más tarde, el mismo suceso lo logró la película Luz de luna (Moonlight), pues también fue nominada a ocho premios de La Academia, llevándose tres, incluidos ‘mejor película’.
Otro ejemplo fácil de recordar es el éxito de la cinta Llámame por tu nombre (2017), una producción dramática y de romance que logró llegar a las grandes salas de cine gracias a la nominación en cuatro categorías Oscar, incluyendo mejor película. Finalmente ganó solo ‘mejor guión adaptado’.
Pero paralelo a estos productos ‘mainstream’, hace varias décadas que el cine independiente, principalmente europeo, se ha encargado de mantener visible a una comunidad que aún no tiene la representatividad necesaria en películas de gran factura. De este modo, Internet y festivales ‘indie’ de cine LGBTI+, se han convertido en los principales aliados de quienes buscan identificarse con alguna historia que quizá Hollywood no está contando.
Por lo anterior, te dejamos con una pequeña selección de 10 películas de temática LGBTI+ y que tocan distintas teclas en un contexto que invita a tener una mirada más abierta y comprensiva sobre los distintos afectos que puede experimentar una persona.
1.- Plan B (2009)
Un triángulo amoroso que toma un giro inesperado. Así puede definirse ‘por encima’, esta película argentina del director Marco Berger y que narra la historia de un joven que intenta recuperar a su novia, quien lo dejó por otro.
Para recuperar a su exnovia, arma un plan que consiste en seducir al actual novio de la chica, luego de enterarse que tuvo un romance con un hombre en el pasado. No obstante, jamás imaginó el desastre que le quedará en su vida. ¿Lo mejor? Berger sabe cómo presentar un impecable guión con una atmósfera tan real que conmueve.
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2.- Weekend (2011)
Sólo basta un fin de semana para enamorarse. Probablemente muchos han vivido esa sensación de no querer despegarse de una persona que conocimos, quizá en circunstancias poco románticas, pero que nos remece el piso.
Algo así es lo que intenta mostrar Weekend, cinta británica dirigida por Andrew Haigh, y que muestra a dos hombres que, luego de conocerse en un bar gay, se van a una de las casas, tienen relaciones sexuales, y entablan una dinámica en la que hablan de distintos temas durante un fin de semana, antes de que uno de ellos debe tomar un tren para marcharse al extranjero.
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3.- El extraño del lago (2013)
Cinta francesa dirigida por Alain Guiraudie, fue exhibida en el Festival de Cannes ese mismo año y obtuvo muy buena crítica. Guiraudie ganó como mejor director en el mismo certamen y la película ganó la Queer Palm, galardón otorgado a cintas de temática LGBTI+.
En un lago nudista Frank conoce a Henri, quien fue abandonado por su esposa, y forman una especie de amistad que sólo tiene lugar en cada visita al lago. Paralelamente, Frank se enamora de Michel, un guapo bañista con el que da rienda suelta a su pasión en medio de un bosque cercano al balneario. Un perfecto thriller erótico que también hace cuestionar hasta dónde se puede llegar por el deseo sexual.
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4.- Theo y Hugo, París 5:59 (2016)
Sexo, VIH y ¿amor?. Considerada una de las mejores películas queer de ese año, este drama francés nos presenta a dos jóvenes quienes luego de conocerse y tener relaciones en un club de sexo, se disponen a pasear por las calles de París, hasta que uno de ellos confiesa que no se usó preservativo al intimar.
La película puede parecer un poco ‘fuerte’ debido a que los primeros 20 minutos transcurren en la semi oscuridad de un club gay en el que somos testigos de escenas de sexo entre varios hombres. Sin embargo, la crudeza con la que se muestra la sexualidad, también está presente en el romanticismo, en esos primeros minutos en que nos sentimos atraídos por alguien y surgen las risas cómplices y las confesiones precipitadas.
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5.- La Doncella (2016)
Desde Corea del Sur llega este thriller psicológico erótico dirigido por Park Chan-wook. Otra cinta elogiada en el pasado Festival de Cannes de 2016, y que de seguro te perturbará.
Ambientada en la Corea de los años 30, una joven es contratada para servir como doncella en la casa de una millonaria japonesa, que vive recluida en la mansión bajo el cuidado de un tío tirano. Lo que desconocen, es que en realidad la doncella llega con un malévolo plan que podría terminar de la manera más inesperada.
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6.- Tierra de Dios (2017)
Cinta británica del director Francis Lee, quien ganó a la ‘mejor dirección’ en el Festival Sundance del año pasado, en la categoría ‘World cinema’.
La película podría remitirnos de inmediato a Secreto en la montaña, sin embargo, la historia está protagonizada por dos jóvenes que se atreven a explorar mucho más en su interior que los recordados Jack y Ennis.
La trama presenta a un joven productor de ovejas en Yorkshire, quien debe asumir el cuidado de la granja debido a su padre enfermo, y cuya vida se remece con la llegada de un trabajador rumano, quien le enseñará bastante más que a desarrollar un buen trabajo.
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7.- Disobedience (2017)
El chileno Sebastián Lelio es el encargado de dirigir este drama romántico estadounidense-británico, protagonizado por dos actrices gigantes de la pantalla grande, como lo son Rachel Weisz y Rachel McAdams.
Basada en la novela homónima de Naomi Alderman, Disobedience cuenta la historia de una mujer proveniente de una familia judía ortodoxa, quien vive en Nueva York, pero que debe volver a Londres, tras enterarse de la muerte de su padre. Allí se encuentra con una amiga de la infancia, con la que tuvo un breve romance lésbico cuando adolescentes, por lo que este reencuentro traerá uno que otro problema, sobre todo cuando son descubiertas por personas de la comunidad judía.
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8.- Beach rats (2017)
Drama queer dirigido por una mujer. Esa mujer, Eliza Hittman, ganó el Festival Sundance por su mirada al homoerotismo en un contexto muchas veces hostil, como lo puede ser el barrio neoyorkino de Brooklyn.
Un joven busca evadir su familia, con la ayuda de una novia, de un grupo de amigos, y de sus conversaciones con hombres mayores en Internet, con quienes básicamente tiene sólo encuentros sexuales y de intercambio de drogas.
Él no se reconoce como gay ni como bisexual, y se involucra con hombres mayores para los que no existe la posibilidad de encontrarse con amigos en común o para que éstos no se conozcan entre sí. No obstante, esta dinámica se vuelve cada vez más difícil de mantener y lidiar.
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9.- Girl (2018)
Una cinta que debería ser alabada por todos los que la ven. En la última versión de Cannes arrasó con cuatro premios, incluyendo la Cámara de Oro al ser la ópera prima del joven realizador belga Lukas Dhont; la Queer Palm y también un galardón al bailarín Victor Polster, como mejor actor. También fue su debut en la pantalla.
Girl cuenta la historia de una adolescente de 15 años, que nació en el cuerpo de un niño, y que hará hasta lo imposible por cumplir su gran sueño de convertirse en bailarina. Un viaje donde los sacrificios, exigencias y tensión están siempre presentes, dando una clae magistral de convicción y humanidad.
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10.- Duck butter (2018)
El popular director latino Miguel Arteta, presenta una comedia experimental estadounidense grabada en 27 horas continuas, cuya historia de amor cautivaría a cualquiera.
Dos mujeres jóvenes, insatisfechas con sus vidas amorosas y las citas que han tenido, deciden llevar a cabo un pacto para ‘conectar’ entre sí mismas y que consta en pasar 24 horas juntas. Una cinta que nos ayuda a reflexionar sobre las relaciones idealizadas y aquellas que simplemente no funcionan.
¿Un plus? Está en Netflix.
Revisa el tráiler aquí (en inglés)
