Dylan Penn no tiene miedo a mostrarse tal cual es y lo demuestra a través de su cuenta de Instagram, donde puede publicar una imagen de la alocada celebración que vivió la noche anterior, una caminata por el cerro o recordar el matrimonio de su padre con Madonna, el mismo que tuvo al actor disparando a los helicópteros que intentaban captar imágenes del enlace.

La mayor de los hijos del protagonista de “Milk” y la actriz Robin Wright es parte de ese privilegiado núcleo que tiene la opción del camino fácil en Hollywood, considerando que creció en medio de los set de grabación donde trabajaron sus famosos padres.

Christophe Simon | AFP

Heredó la belleza de su madre, que se refleja en el increíble parecido que tienen, por lo que ser modelo fue una de las primeras formas en que se ganó la vida, aunque quería ir más allá y como la sangre tira, en su caso, el cine también.

Todo apuntaba a que la hija rebelde de Sean Penn se dedicaría a estar detrás de cámara, sin embargo, su propio padre la ha puesto como la protagonista de su nueva película, “Flag Day”, con la que sorprendió en el Festival de Cannes y le dio una plataforma a su hija para comenzar a pavimentar su propio camino en Hollywood.

Escándalo, mi vida es un escándalo

Ser la primogénita de una pareja tan famosa implica que el ojo mediático siempre está sobre ti, sea cuando acompañas a tus padres a la alfombra roja y tu vestimenta es criticada por expertos de moda, tienes tus primeras citas que son noticia a nivel mundial o comienzas a trabajar y de inmediato cuestionan cómo llegaste a obtener ese puesto.

Todo esto lo ha vivido Dylan, que pese al asedio periodístico, logró tener una vida un poco normal, siempre bajo el paraguas de sus padres, que la protegieron tanto a ella como a su hermano Hopper.

Sean Penn la cuidó como cualquier padre, tanto así que cuando la joven le presentó por primera vez a un novio, el ganador del Oscar no dudó en dejar los puntos claros desde el principio. Dylan comentaba a Vanity Fair: “El chico se presentó a mi papá, y mi papá dijo: ‘Que tengas una buena noche. . . Solo quiero que sepas, cualquier cosa que le hagas (a su hija) te lo haré más tarde ‘. Supongo que eso es intimidante. Pero no creo que realmente los intimidaría tanto como los asustaría”.

Aunque no duda en aclarar que su padre es un tipo amable consignando: “La mayoría de la gente tiene esta percepción de él como un tipo duro y realmente no lo es”.

La joven, que estudió en San Francisco durante su época secundaria, ingresó a la prestigiosa Universidad de Sur de California, aunque sólo estuvo un semestre y luego se instaló en Nueva York donde vivió el ajetreado divorcio de sus padres, quienes actualmente no tienen relación.

Ya a sus 20 tenía claro que su mundo estaría en el mismo lugar de sus padres, aunque su objetivo era estar detrás de cámara, pero los escándalos empezaban a acercarse a ella, como cuando fue sindicada como la razón por la que Robert Pattinson y Kristen Stewart, tras un fugaz romance con el actor, que fue noticia en todas partes, consignó Europa Press.

Trabajó como anfitriona en un restaurante, al mismo tiempo que hacía una pasantía en una agencia de publicidad y descubría que tenía que aprovechar su capital comenzando su carrera en la industria cinematográfica. “Comencé a editar los guiones de mi madrina, y luego eso me llevó a trabajar con otros escritores y a editar y hacer guiones gráficos de forma independiente”, comentaba sobre esa época a Vanity Fair ” añadiendo que “era parte de mi educación, así como un trabajo mal pagado”.

Una provocadora modelo

Tener un trabajo mal remunerado no era una opción para Dylan, por lo que aprovechando la belleza que heredó de la protagonista de “House of Cards” comenzó a trabajar como modelo a los 22, cuando firmó con la agencia Premier Model Management y protagonizó su primera campaña publicitaria para GAP.

A partir de ese momento todos se enfocaron en ella y pronto ya era la embajadora de la marca de camisetas española “The Hip Tee” viajando a Toledo, para posar en la campaña “Lady Like Grunge” que pretendió “trasladar a la mujer The Hip Tee a un ambiente de campo con largas caminatas y paseos a caballo, para luego volver a casa y descansar ante el fuego”, consignaba Vogue en 2014.

Aunque no sólo la publicidad fue su único proyecto, en ese momento también posó para la revista artística “Treats”, donde el fotógrafo Tony Durán la retrató en una provocadora sesión que la dejó literalmente al descubierto.

La chica, que había sido tentada por Playboy, decidió posar para Durán indicando: “Siempre me han encantado sus desnudos en blanco y negro, siempre estaban hechos con mucho gusto y, más específicamente, mostraban esa belleza elegante pero fuerte que creo que todas las mujeres encarnan”, consigna HuffPost.

Las imágenes subidas de tono generaron el enojo de sus padres, incluso Sean Penn le dijo “De acuerdo, has llegado a tu límite. Más te vale no ir más lejos” y ella reconoció “Para ser honesta, si pudiera dar marcha atrás, no me habría quitado tanta ropa. Era un poco ingenua”, indicó en declaraciones recogidas por Smoda.

Aunque este no fue su único escándalo, fue arrestada por conducir ebria y en 2017 se internó en un centro de desintoxicación, un año antes que su hermano Hopper Penn, quien fue detenido en 2018 por posesión de drogas y ha hecho pública su adicción a las metanfetaminas.

Editoriales para Vogue, GQ o ser rostro de marcas como Ralph Lauren eran sólo una forma de pagar su vida, declaró la actriz, que tenía por objetivo trabajar en la industria de sus padres, aunque detrás de cámara.

Sin embargo, poco tiempo pasó para que comenzara a labrar su camino en Hollywood, aunque en una dirección diferente de la que ella quería.

De modelo a actriz

Probablemente el camino a ser actriz era mucho más corto para ella que para cualquier joven que acude a cumplir sus sueños en Hollywood.

Comenzó trabajando con Eli Morgan Gesner, en el género del terror, al protagonizar “Condemned”. Estoy probando todo esto de la actuación … es difícil de decir para mí porque lo he rechazado toda mi vida hasta ahora. Literalmente no puedo decirlo sin reírme”, declaró en ese entonces.

Sin embargo, la actriz tenía claro su futuro. Recientemente contaba a ABC News: “Siempre pensé, y sigo pensando, que mi pasión radica en trabajar detrás de la cámara. Pero tan pronto como expresé que quería hacer ese tipo de cosas, mis padres dijeron por separado: No serás un buen director si no sabes lo que es estar en el lugar del actor”.

Y así comenzó a unir créditos a su carrera con participaciones en films como “Elvis & Nixon” o “Unregistered”, pero el gran papel que la pondría en la primera línea de la industria cinematográfica venía de la mano de su propia familia.

Se trata de su protagónico en “Flag Day”, el film dirigido y coprotagonizado por su padre que se proyectó en el Festival de Cannes y que le dio a Sean Penn la revancha tras su fracaso con “The Last Face”, la película que presentó en 2016 y que fue tan destruida por la crítica que ni siquiera llegó a los cines de Estados Unidos.

En “Flag Day” Dylan comparte créditos con su padre, interpretando a padre e hija, respectivamente. Ella es Jennifer Vogel, la hija de John Vogel, uno de los estafadores más conocidos de Estados Unidos que vivió una doble vida para evitar que su familia se enterara de su peculiar trabajo.

Sean Penn señaló a The Guardian que no podía imaginar a nadie más que a Dylan en el papel de Jennifer, aunque su hija declaró que no estaba tan segura indicando “No sabía si era capaz de enfrentarme cara a cara con mi papá. Así que eso siempre fue desalentador: la energía en la habitación con él dirigiendo y actuando. Porque su presencia me afecta mucho y es difícil para mí soportar su estrés”.

Dylan también indicó: “Sentí que él podría ser autoritario como director e imponerme sus elecciones, no dejarme ningún espacio. Pero no podría haber estado más equivocada. Nos complementamos bastante bien, creo”, algo que se reflejó en la pantalla, ya que según la crítica la química padre e hija se traspasa al filme que fue alabado en el festival francés.

Sin embargo, el film le dio a Dylan un nuevo estatus, dejando de ser la “hija de” o la “modelo” y pasando a ser una real actriz. Variety, una de las publicaciones más críticas del espectáculo, calificó su trabajo señalando “ofrece una actuación fantástica”.

Su madre, Robin Wright, la felicitaba a ella y su hermano Hopper, quien también participa en el largometraje con un papel secundario, publicando a través de Instagram una fotografía de ambos señalando “¡Muy orgullosa de ustedes, mi hija y mi hijo! ¡Felicitaciones a los dos! @festivaldecannes”. Por su parte, Sean Penn ocupaba su conferencia de prensa para agradecer a su equipo, pero sobre todo a su hija por una gran actuación.

De esta forma, se espera que la primogénita de Penn y Wright sorprenda con su calidad actoral en nuevos proyectos que vayan a engrosar la lista que mantiene en IMDB a sus 30 años, en un camino que probablemente la llevará a cumplir su real sueño y estar detrás de cámara, como guionista y directora de sus propias películas.