La entrevista con Oprah de Meghan Markle y el príncipe Harry dejó un gran perjudicado: el futuro rey de Reino Unido, el príncipe Carlos.
Y es que luego que Harry revelara estar decepcionado de su padre, quien incluso dejó de atender sus llamados, los espectadores de la conversación se lanzaron sin piedad contra el hijo mayor de la reina Isabel.
“Tenemos mucho trabajo por hacer, ¿sabes? Me siento realmente decepcionado, porque él pasó por algo similar. Él sabe cómo se siente el dolor y Archie es su nieto”, reconoció, recordando la crisis que derivó en el divorcio de sus padres.
Asimismo, aseguró que siempre amará a su padre y su hermano, el príncipe William, pero que siente que están atrapados en la monarquía. “Mi padre y mi hermano están atrapados. No pueden irse. Y les tengo una gran compasión por eso”, afirmó.
También dijo que continuará “siendo una de mis prioridades para tratar de sanar esa relación”.
Las declaraciones de Harry vienen aumentar el intenso rechazo que había recibido Carlos tras la emisión de la cuarta temporada de The Crown, donde nuevas generaciones vieron retratada la tóxica relación entre el futuro rey, su esposa Diana y su entonces amante Camilla Parker Bowles.
Recordemos que durante los años 80 y 90, este triángulo amoroso acaparó la atención mediática en todo el mundo, pues era un secreto a voces el amorío que él mantuvo con Camilla durante años, a pesar de seguir casado con Lady Di.
Tras la emisión de la serie de Netflix, comenzaron a resurgir diferentes informaciones y antiguas entrevistas donde Diana revelaba distintos aspectos de su relación con su marido. Entre otras cosas, revivió el relato de Lady Di sobre cómo un comentario de él sobre su peso, además de la presión que sentía previo a su boda en 1981, la había conducido a la bulimia.
Asimismo, también resurgieron otros comportamientos curiosos del príncipe, como la decepción que manifestó cuando se enteró que Harry era un niño, pues él quería una niña. También se recordó cómo dejó sola a Diana a pocas horas de haber dado a luz, para ir a jugar polo con sus amigos.
Esto y muchas otras historias, aumentaron el rechazo que el público general ya sentía hacía Carlos y Camilla, y que había caído un poco cuando él aceptó llevar a Meghan al altar en su boda, en medio del escándalo luego que el padre de la norteamericana no pudiese hacerlo.
“Le pedí que lo hiciera y creo que sabía que iba a llegar ese momento, e inmediatamente dijo ‘sí, por supuesto, haré lo que Meghan necesite. Y estoy aquí para apoyarte"”,recordó Harry en 2018, en un documental por el cumpleaños 70 de su papá.
“Para él es una oportunidad fantástica para dar un paso adelante y convertirse en ese apoyo, y es nuestro padre, así que, por supuesto, está ahí para nosotros. Le estoy muy agradecido por haber podido hacer eso”, añadió.
Dolido
Tras la emisión de la entrevista con Oprah, expertos en realeza afirmaron que Carlos estará “profundamente herido” por los dichos de su hijo y su nuera, quienes además aseguraron que algunos miembros de la realeza estaban preocupados por el tono de piel que tendría el bebé de ambos, esto considerando que Meghan es afrodescendiente.
El editor real del Daily Mirror, Russell Myers, afirmó a True Royalty TV, que todos en la familia “estarán absolutamente devastados”; mientras que la autora de Royal, Angela Levin, dijo que era “catastrófico” sugerir que no se le habría permitido obtener ningún apoyo a Meghan cuando sentía que “no quería estar viva”.
Para el escritor y editor de temas de realeza Robert Jabson, le pareció “asombroso” que Meghan afirmara que no había obtenido ayuda cuando tenía pensamientos suicidas, pues Carlos había recibido asesoramiento anteriormente y también había buscado ayuda para Diana.
Jobson continuó agregando que “las palabras son baratas. Esa entrevista no respetó a la Reina… Han atacado la institución de la monarquía y este es un insulto grave al pueblo británico”.
Pero más allá de la opinión de los expertos en estos temas reales, las redes sociales volvieron a atacar sin piedad al futuro rey de Inglaterra, cuya imagen está en uno de sus peores momentos.
