En su paso por My Next Guest Needs No Introduction, el show de entrevistas a cargo del periodista David Letterman en Netflix, la socialité Kim Kardashian recordó uno de los episodios más complejos de su historia familiar: el juicio del exjugador de fútbol americano O.J. Simpson, imputado por el asesinato de su exesposa Nicole Brown y Ron Goldman.

Robert Kardashian, padre de Kourtney, Kim, Khloé y Rob Kardashian, fue uno de los abogados y más cercanos amigos del deportista, mientras que su madre, Kris Jenner, respaldó enfáticamente a la familia de Brown, víctima del fatídico incidente de 1994.

“La semana antes de que eso sucediera, estábamos todos juntos en México en un viaje familiar, los Simpson y nosotros”, graficó la modelo sobre la cercanía entre ambos clanes.

De acuerdo a su relato, fue ella quien recibió el llamado telefónico de Simpson el día en que ocurrieron los asesinatos.

“Mi madre expresó sus sentimientos de forma muy explícita; creía que su amiga había sido asesinada por él (Simpson) y eso fue realmente traumatizante para ella… Y luego íbamos a la casa de mi papá y allí era una situación completamente diferente”, señaló sobre el sisma que el juicio significó en su entorno.

“En cierto modo destrozó a nuestra familia”, resumió Kim, quien junto a sus hermanas reaccionó con confusión ante la disyuntiva: “Realmente no sabíamos qué creer o qué lado tomar cuando éramos niños porque no queríamos lastimar los sentimientos de los padres”.

La socialité, incluso, fue parte del público de una de esas audiencias: “Mi papá nos llevó a la corte un día con él; nos sacó de la escuela y no le dijo a mi mamá. Recuerdo que mi mamá estaba sentada con los padres de Nicole, y Kourtney y yo estábamos sentadas justo detrás de O.J.”, rememoró.

“Y miramos a mi mamá y ella nos da una mirada de muerte como: ‘¿Qué estás haciendo fuera de la escuela? ¿Qué estás haciendo aquí?’… Y Kourtney y yo dijimos: ‘Solo mira fijamente. No mires a mamá’”, dijo.

La cercanía de Robert Kardashian y O.J. Simpson se materializó en diversas instancias familiares, donde Kim y sus hermanos compartieron con la difunta Nicole y el propio O.J.

El desenlace de la historia, que incluso dio pie para una temporada de la serie de TV American Crime Story, es sabida: O.J fue absuelto de ambos asesinatos en 1995, y luego declarado culpable en 1997 tras un juicio civil. 20 años después, fue liberado de prisión.

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